Escrito por Ihsuan Tsai
Adaptado al español por María Pacheco Valles
Editado por M. Carolina Saheli
El pasado 19 y 25 de mayo se llevaron a cabo las graduaciones de los dos preescolares de la Fundación Educativa de Tzu Chi. El Preescolar Great Love, ubicado en Walnut, California celebró su décima graduación y el Preescolar Great Love en Monrovia, organizó su decimoséptima graduación respectivamente. En ambas, los niños mostraron sus logros interpretando canciones en inglés y chino, expresando así su gratitud con maestros y voluntarios. Los pequeños graduados subieron al escenario para pronunciar sus discursos y cantar la canción “Planting Trees”, (sembrando árboles). Durante las ceremonias los niños recibieron sus primeros diplomas de graduación y regalos de manos de sus maestros.
Los niños se mostraron agradecidos y felices en todo momento. Chen Gan-Lin, uno de los estudiantes, dijo “gracias, maestros, gracias a todos, gracias por toda la felicidad que experimenté en la escuela”. Mientras que Liu Zhi-Zhong expresó, “estoy listo para partir, estoy preparado”. Y Chu Fan-Zhen compartió, “me encanta dibujar y escuchar las historias de los maestros en la escuela. Me estoy graduando y ahora voy al jardín de infantes”.
Gracias por ayudarme a crecer
Los maestros del preescolar de Walnut se encargaron de guiar a los niños hasta el lugar donde se hizo la ceremonia. Los pequeños se convirtieron en las estrellas del día y al entrar los maestros, representantes de la fundación y padres los recibieron con calurosos aplausos, mientras que algunos padres le pidieron discretamente a los estudiantes que caminaran despacio para poder tomar fotografías.
Stephanie Lo, directora del preescolar de Walnut, fue la anfitriona de la ceremonia de graduación y expresó: “Muchos niños han estado en el preescolar de Tzu Chi durante dos o tres años. Pueden interpretar canciones tanto en inglés como en chino. Quiero agradecer a los padres y amigos por venir aquí para celebrar este día tan especial con ellos”.
Los niños interpretaron la canción en inglés “I Am Ready to Go” (Estoy listo para irme) y la canción en chino “感謝” (Gracias). Ellos expresaron su emoción a través de sus canciones, agradeciendo a sus queridos padres por brindarles un hogar, por protegerlos, cocinar deliciosas comidas y acompañarlos en su crecimiento. También agradecieron a sus maestros por impartir conocimientos ilimitados y guiarlos a través de todos estos años, así como a sus queridos amigos por compartir y explorar juntos el vasto mundo durante sus días en el preescolar.
Seis de los estudiantes graduandos subieron al escenario como representación de la clase y hablaron en chino o en inglés sobre lo que más disfrutaron en la escuela. Entre lo que destacaron, compartir juguetes con amigos, disfrutar de los almuerzos escolares, su amor por la pintura, divertirse en las clases de arreglos florales y de té, apreciar las sesiones de narración de cuentos con los maestros y cantar canciones con amigos. La escuela también organizó a seis estudiantes actuales para que expresaran sus bendiciones y despedidas a los graduados, diciendo: “¡Los extrañaremos!”. Luego, los graduados entregaron lámparas a los estudiantes actuales, transmitiendo simbólicamente el espíritu humanitario de Tzu Chi entre los niños.
Agradecimiento con los voluntarios
Los voluntarios de Tzu Chi forman un equipo fuerte y disciplinado que ayuda de distintas maneras. La directora ejecutiva de la Fundación de Educación Budista Tzu Chi, Debbie Lee, entregó certificados de reconocimiento a los voluntarios durante la ceremonia. Los estudiantes graduados, a su vez, ofrecieron obsequios y abrazos agradeciéndoles por su continuo apoyo. Los niños también demostraron respeto por sus maestros al entregarles obsequios como muestra de gratitud.
Una de las partes más importantes de la ceremonia fue cuando se pusieron los birretes de graduación, con la ayuda de voluntarios y maestros, para luego regresar al escenario y recibir sus certificados de graduación. Al tener sus certificados en sus manos hicieron el gesto ceremonial de mover la borla de izquierda a derecha en el momento indicado por la directora ejecutiva, Debbie Lee, el director ejecutivo adjunto Du Bin, Chen Yi-Rou y la directora del preescolar Chen Yi-Wen. Los niños también recibieron buenos deseos para su viaje educativo.
Yang Jing-Fang, madre de uno de los graduados, expresó: “Estamos extremadamente agradecidos con todos los maestros de Tzu Chi Great Love por educar a nuestros hijos con amor. Gracias por el cuidado humanista brindado, que no solo nutre su personalidad, sino que también les enseña a ser agradecidos. También estoy muy agradecida por la sólida enseñanza del idioma chino que ha despertado el interés de mi hijo por aprenderlo. No puedo agradecer lo suficiente a los maestros, y estoy verdaderamente agradecida por la gestión sincera de la escuela”. También mencionó especialmente los desafíos que enfrentaron los niños durante la pandemia como crecer usando máscaras, lo que sumó muchos desafíos para la escuela en términos de enseñanza, pero que pudieron sobreponerse al hacer muchos ajustes en medio de estas dificultades, permitiendo que los niños aprendan y crezcan seguros y en paz.
El aprendizaje de los niños
El hijo de Lin Jen-I, quien es madre y voluntaria de Tzu Chi, ha estudiado en el preescolar de Tzu Chi durante dos años. “Siempre tuve la esperanza de que mi hijo asistiera al jardín de infancia Tzu Chi y, sin duda, ha aprendido y crecido mucho en la escuela. Ha aprendido a ordenar sus pertenencias, recoger su propia bandeja de comida y ayudar a sus amigos, y su progreso en chino ha sido notable. Un día compartió los 12 animales del zodiaco chino y de repente me dijo, ‘Mamá, nací en el año del gallo’. Me sorprendió lo que aprendió en la escuela y me enorgullece que se esté graduando”. Lin Jen-I también mencionó que tiene otro niño pequeño que definitivamente asistirá al jardín de infancia Tzu Chi en dos años.
Chung Hsiao-Ying, también representante del preescolar, cree firmemente que aprender cualidades humanísticas en el jardín de infancia Tzu Chi es muy importante. “Los niños llegan a casa y expresan gratitud a sus padres, maestros y por todo lo que tienen. Estoy muy agradecida por este tipo de educación porque, si bien los niños pueden adquirir conocimientos y habilidades en cualquier lugar, si estos valores arraigan en sus corazones jóvenes, creo que los beneficiará enormemente. Gracias Tzu Chi por esto”.
Por su parte Annette Clark,maestra de inglés en el preescolar y quien ama la educación impartida en los preescolares de Tzu Chi, comentó: “Creo que es esencial para los niños porque, si bien se les puede enseñar muchas cosas, como letras en inglés, números, ortografía, lectura y otros temas de nivel preescolar, lo más importante es enseñarles un gran amor y cómo ser personas honestas y serviciales”.
Para mí, la educación de Tzu Chi no sólo beneficia a los niños sino también a los maestros. Necesitamos reducir la velocidad de nuestro ritmo de enseñanza y contemplar lo que realmente importa para los estudiantes, como la amabilidad, el cuidado y la compasión. Esta es la reflexión que me ha traído Tzu Chi.
Walter Ewing, otro de los representantes compartió una cita de los escritos de la Maestra del Dharma Cheng Yen “Algunos de nosotros nacemos con el impulso de alcanzar una meta. Tal impulso está profundamente arraigado en el alma; este anhelo de realización es heredado de la vida anterior.” Agregó que siempre tiene presente esta cita y la utiliza para contemplar el futuro de sus hijos y su familia.
“Cada vez que lucho o enfrento nuevos desafíos, como planificar el futuro de mis hijos o los próximos pasos a seguir, siempre pienso en nuestros antepasados y las palabras positivas que nos rodean. Por lo tanto, estoy verdaderamente agradecido con la Maestra Cheng Yen, la Fundación Tzu Chi y otros voluntarios que ayudan profundamente desde el corazón. También estoy agradecido con los maestros por brindarles a mis hijos aprendizaje, cuidado, gran amor, paciencia y el conocimiento de cómo convertirse en una persona positiva”.
