Escrito por Daphne Liu
Traducido por H.B.Qin
Traducido (Español) por Francisco Ayala Silva
Editado (Español) por Maribel Suárez
Enseñar a cultivar la tierra, es enseñar a amar al planeta. Un grupo de jóvenes tuvo la experiencia inspiradora de aprender sobre agricultura sostenible y de amor a la naturaleza.
La experiencia se llama “Una persona, una buena obra” que se realiza el 10 de octubre, y coincide con el día Nacional de Taiwán o día del Doble Diez, llamado así, por ser el décimo día del décimo mes. Los miembros de la Asociación Juvenil de Tzu Chi, conocida como Zu Shao visitaron la Granja para las Ciencias de la Vida en el Campus Educativo que Tzu Chi tiene en Walnut, California.
Desde hace veinte años Tzu Chi lanzó la iniciativa “Una buena obra al día, para aliviar las calamidades; Una buena obra por persona, para que continúe el Gran Amor; Una buena obra de corazón lleva paz y tranquilidad; Una buena obra en meditación trae serenidad y pureza”. En respuesta al ataque terrorista del 9/11 de 2001, que destruyó las Torres Gemelas en Nueva York.
En la mañana del Día del Doble Diez, los estudiantes entraron a la granja guiados por el Vice Director Ejecutivo de la Fundación Ejecutiva de Tzu Chi, Pin Tu, y el chaperón voluntario Lu Sheng Shou.
Otros objetivos del programa, son enseñar a proteger el medio ambiente, promover el vegetarianismo y ayudar a mantener la diversidad y balance del sistema ecológico.
El vegetarianismo ha sido siempre uno de los postulados de la enseñanza de Tzu Chi. Educar en el proceso de cultivo de vegetales es el complemento de una dieta basada en plantas. El vegetarianismo no sólo es saludable, también salva la vida de animales y protege el medio ambiente.
El sueño se hace realidad en Walnut
Los jóvenes visitantes siempre habían tenido la inquietud de conocer más sobre el proceso de la agricultura ecológica, conocieron detalles sobre la variedad de árboles, frutas y vegetales plantados en la granja. Los estudiantes divididos en parejas llevaron a cabo una serie de pasos secuenciales, incluyendo la medición, para cavar los pozos, enterrar fertilizantes, esparcir heno y el riego. Los padres de familia, profesores y voluntarios de Tzu Chi estaban fascinados en ver a los jóvenes comprometidos con el medio ambiente.
Pin Tu, dijo que era la primera vez que se realizaba una actividad como esta y agradeció a los voluntarios de la zona del Este de Los Ángeles.
El programa ‘Una persona, una buena obra’ permite que los jóvenes experimenten el rigor de las labores agrícolas, aprecien el proceso de producir los alimentos y promuevan un vegetarianismo saludable para el bien de la naturaleza y el amor a nuestros hogares
Pin Tu
Vice Director Ejecutivo
Fundación Educativa de Tzu Chi
Muchos padres de los estudiantes miembros de Tzu Shao, son partícipes de los programas de promoción del vegetarianismo que patrocina Tzu Chi USA. Una de las madres de los estudiantes, Tzu Yen Lin, es vegetariana y espera que, como resultado del evento, “los jóvenes entiendan los beneficios del vegetarianismo para la salud y el medio ambiente”.
Wei Chin, otra madre de un miembro de Tzu Shai, dijo que “los jóvenes deben involucrarse activamente” en las actividades de protección al medio ambiente.
Pero lo más importante es que los estudiantes miembros de Tzu Shao quedaron impresionados. Por ejemplo Audrey, fatigada luego de trabajar la tierra con sus manos, se limpiaba una y otra vez el sudor de su frente, respondió cuando se le preguntó sobre sus experiencias:
Arando, deshierbando, fertilizando y regando no sólo aprendí lo duras que son las labores agrícolas sino que pude ver el proceso que involucra cultivar frutas y vegetales. Aunque hacía un poco de calor, pude participar en esas actividades que me hicieron entender y amar más la naturaleza y admirar la comida vegetariana
Audrey, Estudiante miembro de Tzu Shao
Jenny, otra estudiante de Tzu Shao, expresó su entusiasmo con lo aprendido: trabajar en equipo, probar deliciosas frutas y vegetales fue una experiencia inolvidable. Cuando le preguntaron su opinión sobre el vegetarianismo, ella dijo “es bueno para el mundo, es bueno para la gente, es bueno para la salud, es bueno para el medio ambiente ¿por qué no hacerlo?”
El día fue arduo, y al final de la jornada todos saborearon una deliciosa comida vegetariana. Sus estómagos y corazones quedaron llenos de buenos recuerdos.