Written by Christina Chang
Traducido por Diana Chang
Edited by Dilber Shatursun
El 8 de septiembre, el fuego Slater, se encendió en la región fronteriza entre California y Oregon. En respuesta, a este incendio, el 30 de octubre los voluntarios de Tzu Chi Noroeste, hicieron arreglos especiales, para proporcionar ayuda financiera de emergencia en lugares fácilmente accesibles para los sobrevivientes. Fue entonces, que se escogieron dos Starbucks a lo largo de la autopista 5 en Redding y Yreka, California, para ofrecer la ayuda.
En La Carretera
Temprano en la mañana, diez voluntarios de Tzu Chi, se reunieron en la Sede Regional de Tzu Chi Noroeste en San José, California. Desde allí los propios voluntarios cargaron suministros esenciales en cuatro vehículos separados, para luego viajar por la autopista 5. Su primera parada sería Redding, a unas cuatro horas en auto. Los esperarían en un Starbucks, donde los asientos al aire libre, se convertirían en estaciones de socorro para que los voluntarios se reunieran individualmente, con los beneficiarios de una manera segura y obedeciendo el distanciamiento social.
Una vez realizadas las reuniones preprogramadas en Redding, el equipo hizo las maletas y se dirigió manejando otra hora y media, hacia Yreka, California. El punto de ubicación, era un Starbucks, a lo largo de la autopista 5. En total, se emitieron un total de USD$8,900.00 en tarjetas de efectivo de emergencia para 20 familias separadas, beneficiando a 43 personas. Los voluntarios de Tzu Chi repartieron nueve mantas ecológicas de la tecnología DaAi, 42 mascarillas de tela y cuatro bolsas de arroz instantáneo Jing Si. Además, se entregaron artículos de cuidado; calzado deportivo, calcetines térmicos para el invierno, pasta de dientes y cepillos de dientes.
Palabras conmovedoras
Aproximadamente a una hora y media de Yreka. Hay un lugar llamado Happy Camp. El incendio Slater, destruyó al menos 150 casas y mató a dos personas.
Una joven llamada Cardea llegó a la distribución. Su padre había comprado un terreno en Happy Camp hace muchos años, y lo había dividido entre sus cinco hijos. El incendio Slater, destruyó las cinco casas familiares y desde entonces cada hogar, ha caído en una profunda dificultad financiera. Acompañando a su padre, Cardea se fue a vivir junto al río cerca de donde habían vivido por muchos años. Su padre dormía en una tienda de campaña, mientras Cardea se refugiaba en su coche.
Sentada con un voluntario de Tzu Chi, Cardea leyó en voz alta una carta, escrita por la Venerable Maestra del Dharma Cheng Yen. Contenía un mensaje sincero de condolencias y bendiciones, para los sobrevivientes de incendios forestales. Las lágrimas rodaban por su rostro, mientras permaneció en silencio durante mucho tiempo, luego sonrió, y dijo al voluntario: “para aquellos de nosotros, que lo hemos perdido todo, su ayuda es muy apreciada, para superar esta experiencia”.
Lágrimas De Dolor Y Amor
Apenas dos semanas antes del incendio Slater, la escuela primaria Happy Camp se encontraba entre las pocas escuelas en California, que podían volver a dar clases presencial. Desafortunadamente, más de la mitad de los miembros de su personal perdieron sus hogares a causa del incendio forestal y aproximadamente la mitad de los 109 estudiantes se quedaron sin hogar.
Otra mujer, Dalanea, dueña de 62 acres de tierra en Happy Camp, le confesó a los voluntarios de Tzu Chi, que le tomó cinco años reorganizar los árboles y el paisaje que rodeaba su casa. Pero, el fuego lo quemó todo en un abrir y cerrar de ojos. Ella también leyó la carta de la Maestra e igualmente se conmovió. Dalanea dijo llorando: “Espero que algún día pueda devolver tanto amor”.
Dalanea trabajó en la cafetería de la escuela primaria Happy Camp, y espera regresar a la escuela lo antes posible. También desea que algún día los niños, puedan estar juntos nuevamente aprendiendo y disfrutando. Dalanea agradeció de todo corazón a los voluntarios de Tzu Chi: “Estoy muy, muy agradecida. Se agradece mucho esta ayuda”.
En El Último Minuto
Cuando el día llegó a su fin en Yreka, la noche se volvió más fría. Todos los destinatarios registrados en la lista, habían venido a recoger su tarjeta de efectivo de emergencia y sus suministros, excepto uno. Faltaba un caballero de Happy Camp llamado Gary.
Luego de buscar su información, el director ejecutivo de la región noroeste de Tzu Chi, Minjhing Hsieh, lo llamó. Gary dijo: que todavía estaba en Happy Camp, aproximadamente a una hora y media de distancia, ordenando los restos de su casa. Había olvidado, que hoy era el reparto. Sabiendo lo tarde que llegaría, Gary preguntó si esperarían a lo que, Minjhing espontáneamente respondió: “Definitivamente”.
A las 7:00 PM, ya el día se había convertido en noche. Cuando Gary finalmente llegó, hacía mucho frío. El voluntario de Tzu Chi, Chijen Huang, se acercó rápidamente con una manta para mantener abrigado a este viajero. Mientras continuaba la reunión con Minjhing, Gary siguió frotándose las manos. Alguien notó que sus manos estaban cubiertas de hollín.
Al final resultó que Gary había estado todos los días en su antigua casa en Happy Camp tratando de limpiar los escombros y las cenizas y rescatando lo que pudo. Al ver lo acogedores y serviciales que eran los voluntarios, Gary dijo, “realmente me hacen sentir muy cálido”.
Calidez Durante Los Días Venideros
La coordinadora del equipo de socorro en casos de desastre, Grace Chen, también voluntaria de Tzu Chi, explicó: que una de las principales razones por las que habían elegido estos lugares a lo largo de la carretera era por la conveniencia de los beneficiarios, ahora deslocalizados y dispersos.
Aún sin haber estado familiarizados con Tzu Chi, los miembros del personal de Starbucks aprendieron sobre la misión de Tzu Chi de ayudar a los sobrevivientes de incendios forestales y sobre su misión de socorro en los Estados Unidos. Antes de que los voluntarios de Tzu Chi, dejaran la tienda en Redding, los empleados estaban ansiosos por tomarse una foto con estos “ángeles azules”. Uno de ellos dijo asombrado: “Lo que hicieron hoy es realmente genial. Aunque no sabía quiénes eran ustedes, gracias”.
Sin embargo, fue un día conmovedor y productivo, el siguiente sería grandioso: harían su sexta y última distribución en la ciudad de Medford en Oregon, donde se unirían a voluntarios de Tzu Chi Portland. Aunque, este sería otro grupo nuevo de personas que conocerán, los voluntarios de Tzu Chi tienen la confianza de enternecer corazones y ayudar a marcar una diferencia real.