Escrito por Bi Hui Chen, Nancy Ku
Adaptado al español por María Pacheco Valles
Editado por M. Carolina Saheli
El pasado 31 de diciembre de 2022, una poderosa tormenta conocida como “ciclón bomba”, golpeó el norte de California causando grandes daños. Dicha tormenta produjo fuertes vientos e hizo que lloviera durante una semana, provocando graves inundaciones en varias partes del estado que hicieron que muchos residentes fueran evacuados de sus hogares. Uno de los grupos más afectados fueron las personas que vivían en las calles, a la intemperie, en tiendas de campañas que instalaron a lo largo de las riberas de los ríos, en automóviles o en refugios temporales en áreas propensas a inundaciones. Las lluvias torrenciales y el aumento del agua destruyeron sus pocas pertenencias y los obligaron a abandonar estas áreas.
El Centro de Servicio de Tzu Chi en Oakland, ubicado en el área de la Bahía, al norte de California, fue contactado por la Cruz Roja debido a que un grupo de personas sin hogar necesitaba ayuda urgentemente en Lodi, una pequeña comunidad ubicada al este de Oakland.
En la víspera del Año Nuevo chino, el 21 de enero de 2023, el Centro de servicio de Tzu Chi en Oakland junto a la Oficina de la región noroeste de Tzu Chi sostuvieron una reunión de emergencia para analizar la situación y planificar la ayuda que deberían brindar. También hicieron partícipes a los voluntarios de Tzu Chi de Stockton y Sacramento, y juntos reunieron suministros en sólo 24 horas. Gracias al trabajo de esos voluntarios se pudo brindar ayuda a 11 personas, quienes recibieron suministros para soportar el clima frío, como mantas, sacos de dormir y mochilas grandes, así como alimentos, como arroz y fideos instantáneos.
Ayudando a los más necesitados con amor
Los voluntarios se reunieron con Desiree Stafford, una de las personas afectadas por la tormenta, en un área de descanso de la autopista. Esta área sirve ahora como refugio para algunos de los sobrevivientes que fueron afectados por la tormenta. Este es un lugar difícil para vivir, sin embargo los afectados mostraron tenacidad y están dispuestos a superar la adversidad y las dificultades. Esta actitud positiva contagió a los voluntarios de Tzu Chi.
El joven voluntario de Tzu Chi, Qiao Xin Huang, quien estaba un poco renuente a participar en esta actividad, se sintió feliz después de ayudar a los necesitados. La víspera del Año Nuevo chino es un momento en que las familias se reúnen tradicionalmente, por lo que se sintió triste por estar lejos de sus seres queridos. Sin embargo, después de ayudar a quienes perdieron sus hogares, su tristeza dio paso a la alegría. Uno de los beneficiarios le dio un globo en agradecimiento por su ayuda. Qiao Xin dijo: “Estas personas son muy educadas y atentas”.
El agradecimiento hace del mundo un mejor lugar
Desiree Stafford, es una de las líderes de esta comunidad y siempre está dispuesta a ayudar a las personas en su misma situación. Con su pequeña cocina prepara comida para otras personas sin hogar. Después de la tormenta y en vista de la difícil situación en la que estaban, Desiree contactó a la Cruz Roja para pedir ayuda. “Gracias por venir a ayudar. Me comuniqué con muchos lugares, pero no hubo respuesta. Su presencia aquí significa mucho para mí y ayuda mucho a todos, ¡gracias!”, expresó.
Por su parte Michael Selinas quien vive en su vehículo y trabaja en una tienda los fines de semana, salió de su vehículo dos veces para agradecer a los voluntarios mientras distribuían los suministros. “Estoy feliz de ver a la gente salir para ayudar a las personas necesitadas”, dijo Michael, quien además regaló globos a los voluntarios como muestra de su agradecimiento.
Muchas gracias, no solo por mí, sino por todos aquí. Espero que sus buenas acciones animen a más personas a venir y hacer algo para ayudar. Lo que hicieron hoy puede describirse simplemente como excelente.
Cuando las personas necesitadas son afectadas por desastres naturales, los voluntarios de Tzu Chi siempre están dispuestos a dar una mano amiga y brindar compasión. En el día especial de la Víspera del Año Nuevo chino, los voluntarios celebraron la festividad repartiendo amor y dando a los necesitados.
