Tzu Chi en Silicon Valley ayuda a reconstruir la vida de las víctimas de los incendios del CZU Lightning Complex

Región Noroeste  |  8 Octubre, 2022
Santa Cruz Resident assist
En la sede de Tzu Chi USA, en el Centro de Servicio de El Monte, los voluntarios brindan amablemente, servicios de declaración de impuestos gratuitos a la comunidad. Foto/ Shu Li Lo

Escrito por Christina Chang
Traducido y adaptado al Español por Gabriela Barzallo
Editado por M. Carolina Saheli

Priscilla Dawn Stevens, víctima del incendio del CZU Lightning Complex dijo,”los voluntarios de la clínica gratuita son meticulosos y amables. Después de recibir el tratamiento, recibí un abrazo del dentista, fue muy conmovedor. Aprecio la ayuda de Tzu Chi”. Los voluntarios acompañaron a Priscilla desde su casa en la montaña hasta aquí para recibir tratamiento dental.

La comunidad de Last Chance en el condado de Santa Cruz se quemó en su totalidad durante los incendios forestales conocidos como los incendios del CZU Lightning Complex, que ardieron en el norte de California desde agosto a finales de diciembre de 2020. Luego de los incendios, los voluntarios de Tzu Chi en Silicon Valley se contactaron con los residentes de Santa Cruz para brindarles apoyo. Después de que la pandemia se calmó un poco, los voluntarios de Tzu Chi prestaron una atención más activa a las víctimas, brindando asistencia oportuna, integral y adecuada a familias en necesidad. 

Entre la asistencia brindada se encontraba asistencia en forma de citas médicas gratuitas, visitas a los ancianos y artículos donados, como contenedores ignífugos nuevos.

Contenedores resistentes al fuego para satisfacer las necesidades comunitarias

Susie Devergranne agradeció al voluntario Andy Chiang
Una de las víctimas, Susie Devergranne, agradeció al voluntario Andy Chiang por la donación de Tzu Chi. Todos estaban felices de que el contenedor se entregó a tiempo. Foto/Judy Liao
Tzu Chi de Silicon Valley dono dos contenedores a prueba de fuego a la comunidad Last Chance
Los voluntarios de Tzu Chi de Silicon Valley donaron dos contenedores a prueba de fuego a la comunidad Last Chance para el almacenamiento público y protección de seguridad. Foto/Judy Liao

Susie Devergranne, su esposo y su hijo de 16 años pidieron prestado un pequeño remolque y una tienda de campaña para vivir temporalmente en él. Debido al área remota, no había señal de internet para comunicarse con el mundo exterior. Susie ayudó a mantener la comunicación entre la comunidad y los voluntarios, informándoles sobre las necesidades y los problemas que enfrentan los residentes para que los voluntarios puedan atenderlos y ayudarlos de la mejor manera posible.

Los residentes de la comunidad de Last Chance han emprendido el trabajo de reconstrucción luego del desastre. Hay muchas instalaciones comunitarias, equipos y suministros médicos que necesitan ser restaurados. Susie pidió a los voluntarios de Tzu Chi donaciones de dos contenedores de almacenamiento público en nombre de la comunidad. Los voluntarios de Tzu Chi compraron y entregaron dos contenedores equipados con funciones de protección contra incendios, por lo que los contenedores pueden protegerse de daños en caso de otro incendio forestal.

Mirando los dos nuevos contenedores , Susie expresó su gratitud a los voluntarios de Tzu Chi y les dijo “sus esfuerzos y ayuda han sido grandes. Todos están muy felices”.

Me alegra ver que los contenedores que hemos estado tratando de conseguir durante dos meses finalmente han sido entregados. Estos contenedores permitirán a los residentes de la comunidad almacenar equipos esenciales cuando más se necesiten.

El voluntario de Tzu Chi, Qizhen Huang, ha ayudado a la recuperación de los residentes en el corto y mediano plazo Foto/Judy Liao

Contenedores resistentes al fuego para satisfacer las necesidades comunitarias

Priscilla, residente de Last Chance y víctima del incendio, había sufrido de problemas dentales durante mucho tiempo. Ella recibió la cálida atención de un buen dentista. Foto/Judy Liao
Priscilla Dawn Stevens, víctima del incendio, explicó a los voluntarios cómo independientemente reconstruyó su casa. Foto/Andy Chiang

Priscilla Dawn Stevens, de 73 años, ha vivido en la comunidad de Last Chance durante décadas. Ella y su esposo comenzaron a construir su casa en 1986, la construcción duró siete años. Los esfuerzos de su vida fueron destruidos de la noche a la mañana cuando hace dos años, el fuego arrasó con su casa y seis construcciones más en el área.

A pesar de todo, Priscilla sigue siendo optimista y positiva sobre la vida después de los incendios. Ella fue capaz de enfrentar y superar retos y problemas con firmeza. Ella sola armó una casa rodante, un balcón de madera y construyó un sistema de generación de energía solar y extracción de agua de pozo. Incluso condujo un tractor para despejar caminos, mover árboles, preparar suelos y más. A través de este trabajo, evitó sumergirse en el dolor de perderlo todo.

Sin embargo, la situación económica de Priscilla le impidió obtener tratamiento dental para su dolor de muelas. Tzu Chi pudo resolver este problema coordinando una cita para que fuera atendida en la clínica gratuita de Tzu Chi en Milpitas. Después de casi tres años sin ver a un médico, Priscilla estaba muy agradecida con el personal médico por la amable atención y el tratamiento médico que recibió.

Stephanie Wang, una doctora voluntaria a cargo del chequeo dental de Priscilla, dijo: “No solo le brindamos tratamiento dental, sino que también le brindamos un poco de consuelo psicológico después de saber todo lo que había experimentado física y mentalmente luego del desastre. Le demostramos que estamos con ella”.

“Todos los días pongo dinero en mi alcancía de bambú, que ya se llenó, y tuve que abrir la tapa para poner más cambio. Hoy recibí una nueva, otro nuevo comienzo, es increíble”, comentó Priscilla Dawn Stevens, víctima del incendio forestal.

Priscilla sabe que los servicios de los voluntarios de Tzu Chi, como la atención comunitaria y las clínicas gratuitas, vienen en parte del poder de las alcancías de bambú, que une el poder individual en una fuerza colectiva de amor. Priscilla estaba feliz de poder devolver un poco después de la ayuda que recibió de Tzu Chi.

Esperanza para el futuro

Terra Barsanti explicó a los voluntarios lo difícil que fue vivir en una tienda de campaña caliente y sofocante durante el día y fría por la noche. Foto/Judy Liao
Luego de mucho tiempo, Terra volvió a sonreír. Agradeció a los voluntarios por su ayuda y cuidado. Foto/Judy Liao

Terra, de 66 años, ha vivido en la comunidad de Last Chance durante casi cuatro décadas. Después de que los incendios forestales del CZU Lightning Complex de Santa Cruz destruyeran su hogar, había sufrido una serie de pérdidas importantes, incluyendo la pérdida de un ser querido, amigos cercanos y su perro que la acompañó durante muchos años. Estas pérdidas no derribaron a Terra, quien siempre ha mantenido una perspectiva positiva de la vida con gratitud y esperanza. Lo que sucedió en el pasado son fragmentos irrecuperables de una memoria lejana, pero con la ayuda y el cuidado mutuo de la comunidad, ella y su hijo decidieron trabajar juntos para reconstruir la tierra en donde nacieron.

La reconstrucción de su hogar en una zona remota y montañosa es ardua. Los voluntarios de Tzu Chi se dieron cuenta que Terra necesitaba resolver sus problemas dentales de manera urgente. Aunque se ha retirado de profesora y tiene seguro para maestros jubilados, todavía tiene que pagar más de $10.000 después de los deducibles, lo cual es una carga pesada. Debido a la demora en el tratamiento médico, su problema dental causó problemas para comer. Como tal, los voluntarios de Tzu Chi hicieron arreglos para que ella recibiera tratamiento en la clínica gratuita de Tzu Chi en Milpitas, que está a dos horas en auto, y programaron una cita para que le extrajeran los dientes al mes siguiente. La enfermedad dental que ha asolado a Terra durante mucho tiempo finalmente se alivió después del diagnóstico y tratamiento. Terra está muy agradecida con los voluntarios de Tzu Chi no solo por brindar asistencia de recuperación luego del desastre, sino también por cuidar de su salud física y mental. Terra dijo: “Estoy muy agradecida de contar con su ayuda y me impresiona todo lo que Tzu Chi ha hecho por mí y mi comunidad”.

Los incendios forestales son despiadados. Los voluntarios de Tzu Chi en Silicon Valley han cuidado con mucho cariño a los residentes de las áreas afectadas por el desastre. Desde el acompañamiento en la reconstrucción posterior a un desastre hasta la atención de casos individuales. Los voluntarios brindan asistencia en todos los aspectos de la vida y esperan brindar más fortaleza a las víctimas, empoderándolas para avanzar con firmeza en el camino de la reconstrucción.

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