Escrito por Huan Xun Chan
Traducido (Inglés) por Melody Cao
Traducido (Español) por Gerardo Bonilla
Editado por Maribel Suárez
Robyn y Bob Goodwin han vivido en la ciudad de Berry Creek, ubicada en el condado de Butte, en el norte de California, durante más de 30 años. Antes de jubilarse, la pareja pasaba todos los días por el hermoso lago Oroville cuando iba de camino al trabajo y al regresar a casa. Se podría decir, que tenían una vida tranquila rodeados de naturaleza.
Sin embargo, todo eso cambió el 8 de septiembre cuando el incendio forestal del Complejo Norte de la Zona Oeste, uno de los incendios forestales originados por los rayos el 17 de agosto, repentinamente cambió de rumbo y atravesó la ciudad Berry Creek.
Los incendios forestales están afectando las vidas de muchos residentes de California en los últimos años. La familia Goodwin recibió al menos un aviso de evacuación por incendio cada año, por lo que lograron salvarse del desastre la mayoría de las veces. Pero esta vez fue diferente: el infierno que avanzaba rápidamente, se había desviado hacia Berry Creek, lo que los obligó a evacuar. Luego este fuego incineró su casa durante la noche.
El incendio forestal del Complejo Norte en la Zona Oeste, destruyó el hogar de la familia Goodwin.
Después de que los bomberos controlaron el incendio, la familia Goodwin regresó al sitio de su hogar, donde ahora, se encontraba un páramo de cenizas, en un terreno muy familiar y amado. “Regresamos para despedirnos”, dijo Robyn. “Ver (el terreno) con mis propios ojos, es un consuelo, y sé que todavía hay mucho trabajo esperándonos”, agregó.
Robyn no buscó nada en particular mientras observaba los restos de la casa quemada de la familia. “Déjalos ir”, dijo sobre todos los objetos perdidos, aunque cualquier cosa que haya sobrevivido a las llamas sería apreciado.
Las hermosas flores y árboles que los Goodwins habían plantado cerca de su casa también fueron destruidos por el fuego. Foto: Kitty Lu.
La pareja, evacuó alrededor de las tres de la tarde del día en que ocurrió el incendio forestal. Robyn y Bob, honestamente no esperaban que su casa se quemara en el incendio, pero se sentían optimistas.
Una semana después, finalmente pudieron regresar, para inspeccionar la devastación, para la cual, ya se habían preparado. “No era como si no lo hubiéramos visto, porque el alguacil adjunto nos había tomado algunas fotos, así que sabíamos, qué esperar”, dijo Bob.
Robyn mantuvo un tono tranquilo mientras compartía la experiencia, como si no causara dolor. “Lo manejamos bastante bien y sin demasiada emoción, solo inhalamos y vinimos a despedirnos”, relató con una sonrisa valiente.
Robyn Goodwin camina buscando artículos que no fueron quemados por el fuego. Foto Huan Xun Chan.
Hay muchas cosas con las que los sobrevivientes de incendios forestales tienen que lidiar, un día a la vez. Lo primero que hace Robyn cada mañana, es planificar con lo que debe lidiar ese día y con quién debe comunicarse. Sin embargo, todo resulta ser un cambio continuo. Ante todos estos cambios, Robyn impredeciblemente toma las cosas con calma y explica: “Nunca es lo que planeamos. En cuanto a los planes, es solo el día a día”.
Robyn Goodwin está tranquila, decidida y optimista mientras enfrenta la realidad de haber perdido su hogar en un incendio forestal y se prepara para el largo camino hacia la recuperación. Foto Huan Xun Chan.
Bob puso sus brazos alrededor de Robyn, en consolación, después compartiría con los voluntarios de Tzu Chi, sus anécdotas , diciendo: “Hemos estado viviendo aquí durante más de 30 años, muy en paz”. Durante las tres décadas, la pareja creó un hogar feliz, y plantó un hermoso jardín; criaron a sus dos hijas aquí; aquí es donde esperaban pasar el resto de sus vidas, rodeados de sus hijos y nietos. Sin embargo, el destino tenía planes diferentes. No obstante, los dos se han apoyado mutuamente en las buenas y en las malas y juntos afrontarán este incidente catastrófico en sus vidas.
“Este es el patio delantero … nuestra sala de estar … mi habitación …”, explicó Robyn mientras caminaba a través de las ruinas carbonizadas con la voluntaria de Tzu Chi, Kitty Lu. Robyn también mostró sus fotos para ilustrar la diferencia entre el antes y el después del incendio. Al conversar con Robyn, Kitty sintió el miedo que había experimentado debido al incendio forestal: “Me dijo lo feroz, que había sido el fuego cuando llegó, y que era demasiado tarde para empacar las cosas. Vi el dolor en sus ojos”.
Fue una experiencia conmovedora para Kitty, quien tomó fotografías para documentar los daños como parte del equipo de evaluación de desastres de Tzu Chi USA. Cuando luego revisó las fotos que tomó de Robyn, Kitty comentó: “Si miras de cerca, puedes sentir su pesar y su pérdida. Pero hablaba de todo con una sonrisa alegre y cordial. Lo que había originalmente aquí, los recuerdos que tenía la familia, mientras caminaba con nosotros, nos mostró algunos de sus preciosos tesoros”.
Una piscina, un automóvil decorado por sus hijos cuando eran pequeños, decoración de jardín hecha a mano: aún carbonizadas, las ruinas y los restos revelan la felicidad que la familia había compartido en este sitio.
Cuando el equipo de Tzu Chi, empezaba a irse, Kitty notó que Robyn deambulaba cerca de un manzano junto a la carretera. Después Kitty, se enteró de que Robyn estaba mirando en caso de que no supieran el camino de regreso a la carretera principal. Su preocupación genuina nació de tener en cuenta cuánto han estado haciendo los voluntarios de Tzu Chi, para apoyar a las personas afectadas por los incendios forestales en esta región.
Desde que el Camp Fire de 2018 destruyó varias comunidades en el condado de Butte, incluidas Paradise, Magalia y Concow, Tzu Chi ha seguido acompañando a los afectados en el camino hacia la recuperación total.
Robyn exclamó: “Ustedes se han quedado con la gente durante los últimos dos años y todavía están trabajando con ellos. Vinieron en su ayuda y asistencia, y establecieron conexión diciendo ‘Los veo, los respeto y no están perdidos’”. De este modo, ahora Robyn supervisa al equipo de evaluación de desastres, que se desempeña con el mismo espíritu de amor y cuidado. En adición, una vez que las cosas se calmen un poco, Robyn quiere hacer más que eso.
Robyn le contó a Kitty que se comunicó con su amiga Bobbie Rae Jones, quien se unió a Tzu Chi después del incendio Camp Fire y actualmente es administradora de casos de desastres para casos de recuperación a largo plazo. Ella dijo, que quería ser voluntaria para ayudar a la comunidad:
“He tenido muchos, muchos amigos que han tenido la experiencia de perder sus hogares y siempre me preguntaba qué sería de mí si perdiera mi hogar. Quería volver y ayudar a mi comunidad con la que trabajaba. Tengo compasión y sentimiento porque he experimentado lo mismo y creo que ellos también lo aprecian un poco. Saben que estás ahí y también que algunos de su propia comunidad están con ellos”.
Después de escuchar la historia de la pérdida que tuvo Robyn, quien luego mantuvo su entusiasmo por ayudar a otros que atraviesan la misma experiencia, Kitty se emocionó y dijo: “Puedo sentir el desinterés de la gente; Sentí su resistencia”.
El amor genuino es el más conmovedor; el dar desinteresadamente es el más precioso.
La voluntaria de Tzu Chi Kitty Lu (izquierda) habla con la sobreviviente de incendios forestales Robyn Goodwin (derecha) quien es testigo de su resistencia de primera mano. Foto: Huan Xun Chan.
Los incendios forestales continúan causando estragos en las vidas de muchos residentes del norte de California. Tzu Chi USA proporciona ayuda constante, para la recuperación, esto lo hace tanto de emergencia como a largo plazo. Al apoyar nuestros esfuerzos, usted también puede ser parte de tales misiones de ayuda en casos de desastre y otras iniciativas que ofrecen atención vital a los necesitados durante la pandemia entre otras ayudas.
