Escrito por: Shuli Lo
Adaptado al español por: Juan Bonilla
Editado por: Gabriela Guandique
Tijuana, una ciudad en la frontera norte de México, justo al otro lado de San Diego, California, tiene un paisaje notablemente diferente. Las carreteras ya no son planas y las calles y casas se ven deterioradas. A medida que te alejas del centro de la ciudad, las carreteras asfaltadas se convierten en senderos embarrados, irregulares, con baches y surcos. Después de un trayecto por estas carreteras, la voluntaria de Tzu Chi, Cixi Cai, sonríe irónicamente y comenta, aconsejando a las mujeres embarazadas que eviten viajar por esta carretera para evitar el riesgo de aborto espontáneo.
El 28 de octubre de 2023, voluntarios de Tzu Chi ingresaron a la ciudad fronteriza de Tijuana, México, para abordar la grave contaminación ambiental en las comunidades locales, iniciando acciones prácticas para la educación ambiental.
Escenas angustiantes de contaminación ambiental
Al entrar en algunas de las comunidades con bajos ingresos económicos de Tijuana, el polvo llena el aire a lo largo del camino. Hay árboles, autos y cercas a un lado de la carretera cubiertos por una gruesa capa de suciedad. Pequeños incendios de basura en llamas son visibles en todas partes, y un denso humo se puede percibir el aire. Sin embargo, los residentes de Tijuana parecen estar acostumbrados a esta atmósfera, ya que los desechos y la quema de residuos son omnipresentes. Debido a la ausencia de camiones de basura y servicios de reciclaje en la zona, arrojar basura y quemar desperdicios es común. Algunos residentes incluso queman las carcasas de plástico de metales valiosos como el cobre y el hierro para extraer el metal que luego venden.
Reconociendo la gravedad de la contaminación ambiental en Tijuana, los voluntarios de Tzu Chi iniciaron una actividad de educación ambiental a través de acciones prácticas. Los voluntarios visitaron una comunidad necesitada en Tijuana, y estuvieron recogiendo basura al aire libre y promoviendo el reciclaje de recursos, con la esperanza de inculcar el concepto de reciclaje y reutilización en los residentes.
Demostrando la efectividad del reciclaje
Esta fue la segunda vez que los voluntarios de Tzu Chi salieron a las calles para promover el reciclaje. Los voluntarios de Tzu Chi, el Dr. Joe Wang, Cixi Cai, la gerente de la región de Tijuana Cindy y Victor Galindo, un maestro del “Salón de la Esperanza”, participaron en esta actividad ambiental de reciclaje. Esperaban que esta actividad obtuviera reconocimiento local y animara a los residentes a unirse a los esfuerzos de protección del medio ambiente.
A pesar de regresar recientemente de un viaje a la Morada Jing Si de Tzu Chi en Hualien, Taiwán, el Dr. Joe Wang y Cixi Cai condujeron durante más de cinco horas para llegar a Tijuana. Temprano en la mañana del sábado, se unieron a otros para recoger basura en las calles de la comunidad.
En el terreno abierto junto a la carretera, la basura abandonada es visible por todas partes: bolsas de plástico, botellas, latas y cartón. Hay tanto desperdicio que los voluntarios solo pudieron enfocarse en recolectar botellas de plástico reciclables, cartón y latas de aluminio. Estos elementos, junto con las botellas y latas recogidas durante la primera actividad, se transportaron a una instalación de reciclaje local. Esa mañana, los voluntarios ganaron 250 pesos mexicanos, aproximadamente $14.55 dólares estadounidenses, de materiales reciclables, y el dinero se donó a Tzu Chi USA.
Al presenciar a los lugareños quemando basura por todas partes, el voluntario de Tzu Chi, el Dr. Joe Wang, expresó profunda preocupación. Indicó que quemar basura no solo causa contaminación ambiental, sino que también afecta la salud de las personas. Un ligero contratiempo incluso podría provocar un incendio, haciendo la vida más difícil para los residentes ya empobrecidos de Tijuana: “Hoy, trajimos a todo el personal para participar en el reciclaje ambiental, principalmente para demostrar que el problema de quemar basura en Tijuana es extremadamente grave. Esta mañana cuando fuimos al lugar de reciclaje, la gente estaba quemando basura. Nos quedamos allí solo dos minutos y ya comencé a tener dolor de cabeza. Algunos otros sintieron molestias en los ojos y la garganta. Había una persona que vivía cerca, dijo que sufre de asma, muy grave. Pero no tiene elección porque todos están quemando basura aquí, así que este es un problema grave. Respirar humo espeso todos los días, pensando en los niños que viven allí, realmente preocupa.”
A pesar de los desafíos, el Dr. Wang expresó optimismo, creyendo que la demostración de la recolección de basura en la calle sería efectiva. Dijo: “Nos pusimos uniformes, llevamos nuestros chalecos de voluntarios de Tzu Chi y dimos el ejemplo. Algunas personas nos preguntaron con curiosidad qué estábamos haciendo, y les dijimos que nuestro entorno aquí no es bueno, así que hemos comenzado el reciclaje de basura. Algunas personas estaban muy interesadas; una anciana incluso dejó su número de teléfono, diciendo, ‘Díganos la próxima vez que hagan esto, y vendré a ayudarles a recolectar’. Este es el significado de nuestra educación ambiental. En lugar de solo hablar, lideramos con el ejemplo.”
Aunque nuestro poder es limitado, comenzamos con nosotros mismos. No podemos exigir que otros cambien, pero podemos cambiarnos a nosotros mismos. Gradualmente, todos cambiarán. Creo que algún día, este lugar también será limpio.
Sembrando semillas de protección ambiental para los niños del 'Salón de la Esperanza'
Además de brindar servicios médicos, el Campus Tijuana de Tzu Chi también ha establecido el ‘Salón de la Esperanza’ para niños locales que han abandonado la escuela. El objetivo es ofrecerles la oportunidad de continuar su educación, liberarse de condiciones de vida difíciles y esforzarse por un futuro mejor. El maestro Victor Galindo del ‘Salón de la Esperanza’ también participó en la actividad de reciclaje con los voluntarios de Tzu Chi. Está completamente de acuerdo con la educación ambiental de Tzu Chi y menciona que inculcará el concepto de reciclaje de recursos en los niños durante las clases: “Salimos a recoger cartón y botellas de plástico, tomando acciones prácticas para enseñar a los residentes de la comunidad a mantener nuestra ciudad limpia. Pondremos esta práctica en acción en el aula con los estudiantes. Acabamos de hacer una actividad donde los estudiantes usaron botellas de plástico para hacer alcancías, y los niños cooperaron muy bien.”
No deberíamos solo hacer un llamado verbal; debemos tomar acciones prácticas para la protección del medio ambiente. Necesitamos inculcar conceptos ambientales en los niños desde temprana edad, con la esperanza de que se conviertan en semillas de protección ambiental en el futuro y enseñen a los residentes a desarrollar el hábito de reciclar.
Los residentes de la comunidad de Tijuana soportan el humo de la quema de basura todos los días. Martha Martinez, residente de la comunidad, vive en una zona fuertemente afectada por el humo. Al ver a los voluntarios de Tzu Chi limpiando las calles, expresa profunda gratitud: “Es muy desordenado aquí, la gente tira basura por todas partes, quemar basura genera mucho humo, que es una especie de contaminación para todos. Muchas personas mayores y niños aquí están enfermos. Gracias a Tzu Chi por su ayuda, estoy muy agradecida.”
En la noche de ese día, los voluntarios de Tzu Chi regresaron a Los Ángeles y en el camino, aún podían ver a personas quemando basura, con llamas y un denso humo que se elevaban directamente al cielo, causando más preocupación y recordándoles a los voluntarios que aún quedaba trabajo por hacer.
