Escrito por: Jingyi Li, Ah Mui Manguy, Meijuan Su
Adaptado al español por: María Pacheco Valles
Editado por: Gabriela Guandique
En promedio toma entre 17 a 20 horas, viajar por carretera desde Los Ángeles, California, hasta Tijuana, México, específicamente hasta el Campus de Tzu Chi ubicado en esta ciudad mexicana. A pesar de la distancia, los voluntarios de la fundación disfrutaron del viaje porque para ellos fue una oportunidad para meditar, para convertir sus pensamientos en acciones y así planificar nuevas acciones que buscan ayudar a los más necesitados. Este viaje demostró que la distancia no es un impedimento cuando se quieren cumplir los objetivos.
El Campus de Tzu Chi en Tijuana ha estado ayudando en esta ciudad durante los últimos 14 años. El Dr. Joe Wang y Ah Mui Manguy, voluntarios de Tzu Chi fueron los pioneros en crear este lugar de alivio y compasión. En esta década han establecido profundas relaciones con la comunidad, además de fundar una clínica gratuita donde atienden a las personas enfermas. Los voluntarios trabajan de cerca con un albergue para personas sin hogar, un orfanato administrado por un convento, una iglesia cristiana, un hogar para ancianos y un hogar para pacientes con SIDA. También han establecido un centro clínico gratuito. También han establecido relaciones con un albergue para personas sin hogar, un orfanato administrado por un convento, una iglesia cristiana, un hogar para ancianos y un hogar para pacientes con SIDA. El centro de Tijuana también cuenta con una escuela primaria Tzu Chi que educa a niños de la comunidad.
Para celebrar los logros de los últimos 14 años, los voluntarios organizaron una jornada de puertas abiertas en los terrenos del centro. La organización de este evento tomó dos meses de preparación, y tuvo lugar el pasado 2 de diciembre de 2022. Participaron más de 300 personas de la comunidad. Lingling Xu, voluntario encargado de dar la bienvenida a los invitados, dijo que “el evento de hoy fue muy popular. Nunca había visto un evento en el que la gente se registrara temprano y se quedara hasta el final del día”.
Tzu Chi forma parte de la comunidad
Las personas que se acercaron al evento, se mostraron contentas y sorprendidas al ver a Santa Claus repartiendo regalos en el Campus de Tzu Chi. Todos los niños esperaban ansiosos y llenos de ilusión por sus regalos de navidad. Germán López Mariscal, estuvo presente en el evento, en años anteriores Tzu Chi ayudó a sus hijos con consultas médicas y quirúrgicas, ya que no estaban disponibles en la zona donde vivían. Tzu Chi se encargó de que los niños pudieran acceder a ellas. En retribución con la fundación budista, Germán se sumó como voluntario.
Voluntarios del condado de Orange, California, también participaron en el evento y fueron responsables de saludar a los lugareños en el puesto de recogida de juguetes. Todo el stand estaba decorado con colores, brindando alegría y calidez a la multitud a pesar del frío clima invernal. La mesa con juguetes es siempre la más popular y atrae a una multitud desde el principio hasta el final del evento.
Ming Yu, voluntario de Tzu Chi comentó que “nuestros niños en la Escuela Primaria Tijuana son muy educados. Esperaron en silencio al momento de sortear los premios, ya fueran premios grandes o pequeños los aceptaron con gusto. Ver las sonrisas inocentes de los niños fue nuestra mayor recompensa”.
Por su parte la hermana Esperanza, se encargó de atender un puesto para promover el vegetarianismo. Tanto ella como sus padres son vegetarianos.”Me encanta el trabajo de caridad y servir a los más necesitados. Soy consciente de que necesitan mucha ayuda con su salud y rezo por ellos. Sentí que Dios me estaba llamando para enseñarles cómo cultivar sus propios alimentos, para enseñarles a comer mejor, a comer vegetariano”, afirmó la hermana.
Mientras que en el puesto dedicado al Aforismo Jing Si, los voluntarios Yi Hua Chen y Fang Yi Lin usaron juegos de rompecabezas de palabras basados en el Aforismo Jing Si para interactuar con los invitados. Grabando así los Aforismos Jing Si en los corazones de estas personas.
La voluntaria Fan Yi Lin recordó durante sus experiencias como parte de Tzu Chi que “durante el socorro en casos de desastre en América Central y del Sur, los niños en los lugares de sufrimiento atesoraban el Aforismo Jing Si, sostenían el libro en sus manos y lo leían una y otra vez, lo que me inspiró a aprender español. Me alegró mucho de poder interactuar con los niños en un español sencillo esta vez”.
De la misma manera, el voluntario Jiang Xiang Hsu, quien se educó en México, compartió la historia de las alcancías de bambú en un español fluido, ayudando a los lugareños a entender el poder de dar. Los invitados estaban muy entusiasmados y se distribuyeron 143 alcancías de bambú a las personas interesadas.
En el evento también había un puesto sobre higiene oral, que estuvo a cargo del Dr. Rogelio, quien mostró diagramas y modelos dentales en el puesto para enseñar cómo cuidar de la dentadura. Agradeció que esta clase de eventos ayuden a más personas a comprender la importancia de la higiene bucal. En este stand también se regaló pasta de dientes y cepillos de dientes. Los invitados estaban felices de recibir estos implementos para ayudar con su salud bucal.
Es un gran honor trabajar con Tzu Chi. Este es un evento fantástico, brinda conocimientos sobre ayudas a las personas de este distrito y estoy muy feliz de ser parte de todo esto.
En el evento se instaló un puesto especial de concientización sobre la diabetes. En México, las bebidas gaseosas y azucaradas suelen ser más baratas que el agua y por esta razón son muy consumidos por niños y adultos por igual. Para ayudar a contrarrestar los efectos nocivos de estas bebidas, se ofreció información para la prevención de la diabetes. Aquí la Dra. Marlet, enseñó a 20 estudiantes a controlar el nivel de azúcar en la sangre de alguien y explicó los síntomas de la diabetes. “Estamos felices de ayudar a otros a medir la presión arterial y el azúcar en la sangre, y los estudiantes están felices de ayudar a las personas en el área”, comentó la especialista.
Programas de entretenimiento fueron un éxito
Graciela, directora de la Escuela Primaria Tijuana, acudió al evento acompañada por 50 estudiantes y padres. Tzu Chi ha brindado ayuda a muchas de estas familias durante más de 10 años. Vale destacar que los estudiantes del orfanato con el que trabaja Tzu Chi, interpretaron el himno de la Virgen María y estuvieron dirigidos por la hermana Esperanza.
Bai Zhou, voluntario de la fundación hizo un gran trabajo durante esta jornada al asumir más de una tarea. Se encargó de organizar y diseñar el lugar, también fue coanfitrión del programa con la voluntaria Cindy hablando en inglés y español. La interpretación final, que cerró el evento, fue una emotiva canción en español. La audiencia se mostró profundamente conmovida y todos se detuvieron para escuchar las increíbles voces de los cantantes.
Al final del espectáculo, Ah Mui Manguy y Joe Wang, quienes durante mucho tiempo han sido la columna vertebral y los líderes centrales del equipo Tzu Chi en Tijuana, subieron al escenario para agradecer a todos por su participación. También esbozaron un plan para la visión futura del campus en esta ciudad mexicana.
La compasión y el amor traspasan las religiones
Kun Li Xie, uno de los voluntarios encargados del evento, junto a ocho voluntarios locales prepararon el almuerzo para los invitados con gran amor. Cocinaron 300 deliciosos tacos, que fueron servidos con una porción de fruta.
Después del almuerzo, los voluntarios entregaron suministros a las familias locales necesitadas. Charito, voluntaria local, estuvo a cargo junto con la voluntaria Ah Mui Manguy, quien entregó alcancías de bambú a los residentes, alentándolos así a practicar la gratitud al dar y recibir.
Los líderes de las organizaciones comunitarias locales fueron invitados especiales del evento. La voluntaria Meijuan, se encargó de recibirlos y de hacerles un recorrido por el campus. Les mostró planes futuros y el impacto que podrían tener en la comunidad local. Los líderes se conmovieron profundamente al ver la sincera intención de los voluntarios de Tzu Chi que llenan de amor la zona.
El sacerdote, Eleazer, líder de la comunidad, comentó que ve a Tzu Chi como una organización amorosa que trasciende la religión. Se mostró impresionado con el éxito de Tzu Chi ayudando a la comunidad y expresó su deseo de trabajar junto a la fundación budista.
La ayuda de Tzu Chi a las personas no sólo implica curar enfermedades, sino también ofrecer una mejor educación que podría cambiar la vida de una persona. Así como la de los residentes y familias vecinas. Están haciendo algo bueno y me gustaría aprender de ustedes. Espero seguir trabajando en equipo.
El evento de puertas abiertas en el Campus de Tijuana permitió a los voluntarios trabajar diligentemente, inspirar resiliencia en medio de las dificultades, llenar la comunidad de amor y ayudar a iniciar un ciclo de bondad.
