Renaciendo de las cenizas: Tzu Chi lleva esperanza y solidaridad a sobrevivientes del incendio en Randolph

Región Noreste  |  16 Agosto, 2024
En el sitio de distribución, voluntarios y sobrevivientes realizan un acto de lenguaje de señas juntos, sin importar raza, color o religión; todos son una familia. Foto/Mingzhen Wu

Escrito por Pinhau Chiou and Yuja Lin
Traducido y adaptado al español por Gabriela Barzallo
Editado por M. Carolina Saheli

El 28 de mayo, un incendio de tres alarmas destruyó un edificio de apartamentos en Randolph, Massachusetts, dejando al menos a 80 personas sin hogar. Los voluntarios de Tzu Chi Boston evaluaron la situación el 2 de mayo y con la participación de 15 voluntarios, realizaron una distribución de ayuda el 11 de mayo. Se repartieron 30 tarjetas prepagadas y 32 paquetes de fideos instantáneos, beneficiando a un total de 80 sobrevivientes y ayudándoles a superar sus dificultades.

La rapidez del fuego arrasó sin piedad

Dado que el edificio no contaba con rociadores ni otro equipo contra incendios, el fuego se propagó rápidamente. “De repente, el fuego se extendió tan rápido… No podía creerlo, es como si alguien hubiera rociado gasolina en el techo,” comentó Margharita. Ella había estado trabajando en tres empleos para mantener a su familia, pero el incendio consumió su hogar de la noche a la mañana, dejándola sin saber dónde acomodar a su familia.

La causa del incendio aún seguía bajo investigación. Afortunadamente, solo se reportaron quemaduras menores en un residente que saltó desde un segundo piso. Sin embargo, el rápido avance del fuego obligó a los habitantes a evacuar de manera precipitada, dejando atrás la mayoría de sus pertenencias. “No tenemos tarjetas de seguro social, ni identificaciones, nada”, lamentó Amy Hersey, una de las afectadas, en una entrevista con NBC 10 Boston.”

El edificio de apartamentos completamente destruido. Foto/Cortesía del Centro de Servicio Tzu Chi Boston
Sobrevivientes se dirigen al Centro de Recuperación de Desastres con mantas de Tzu Chi. Foto/Cortesía del Centro de Servicio Tzu Chi Boston

El Centro de Servicio de Tzu Chi en Boston recibió una invitación de la Agencia de Manejo de Emergencias de Massachusetts (MEMA, por sus siglas en inglés) para asistir al Centro de Recursos de Recuperación (RRC) el 2 de mayo, en colaboración con otras organizaciones de ayuda como la Cruz Roja y el Ejército de Salvación.

Al conversar con los sobrevivientes, los voluntarios se percataron de la gran vulnerabilidad de muchos residentes, especialmente ancianos y niños, quienes además enfrentaban una barrera idiomática al no hablar inglés con fluidez. Tras el incendio, las necesidades eran urgentes y variadas: desde un techo seguro y ropa hasta asistencia para recuperar documentos y apoyo emocional.

Cuando una madre y su hija se acercaron a la mesa de Tzu Chi, la hija se sorprendió al enterarse de que la ayuda era gratuita, pensando que habría algún costo. Los voluntarios aclararon rápidamente, “Somos una organización benéfica, no cobramos nada.” La madre y la hija se sintieron profundamente conmovidas y agradecieron a los voluntarios. Tzu Chi distribuyó un total de 22 mantas y 14 chales a los sobrevivientes.

El amor es para todos

El 11 de mayo, los voluntarios de Tzu Chi llegaron temprano al Centro Comunitario Intergeneracional de Randolph para colaborar con el personal local en la organización de la distribución de ayuda por el incendio. A las 10:00 a. m., cuando comenzó la distribución, los sobrevivientes empezaron a llegar.

Se notaba la tristeza en el rostro de los sobrevivientes después de perder sus hogares. Para levantarles el ánimo y ayudarles a recuperar la confianza, los voluntarios de Tzu Chi los guiaron en una actuación de lenguaje de señas titulada “Momento de Ser Amados”. Con música reconfortante, algunos sobrevivientes lloraron en silencio, mientras los voluntarios les animaban con sonrisas y abrazos.

Durante la distribución, los voluntarios entregan tarjetas de efectivo y fideos instantáneos a los sobrevivientes. Foto/Mingzhen Wu
Voluntarios y asistentas se toman de la mano para mostrar el apoyo. Foto/Laura Zhu

Los voluntarios se tomaron de las manos con los sobrevivientes y formaron un círculo, dejando que el amor fluyera de persona a persona. El amor no discrimina entre razas, colores o religiones; todos somos familia. Este acto de amor mostró a los sobrevivientes un rayo de esperanza en medio de su sufrimiento y renovó su confianza en el futuro. Un sobreviviente comentó, “Es realmente triste, mi esposa y yo nunca hemos estado en una situación así. Pero estamos muy agradecidos por voluntarios como ustedes. No sabemos qué hubiéramos hecho sin ustedes.”

Nos sentimos muy reconfortados, porque sabemos que hay personas en el mundo que se preocupan por nosotros después de todo.

Los sobrevivientes llevan alcancías de bambú a casa para mantener viva la esperanza. Foto/Mingzhen Wu

El gran amor de los voluntarios de Tzu Chi conmovió profundamente a un hombre mayor, un cristiano devoto. Al irse, llevó consigo una alcancía de bambú que le ofrecieron los voluntarios de Tzu Chi, diciendo que lo llenaría para ayudar a otros en necesidad y seguir difundiendo este amor. Agradeció a la Maestra Cheng Yen y a los voluntarios, diciendo, “Fueron los voluntarios de Tzu Chi quienes me dieron esperanza. A pesar del incendio, no me siento desafortunado, sino que creo que es una oportunidad para empezar de nuevo.”

Manteniendo la fortaleza viva

Aleta (un seudónimo) perdió a su hija hace unos años, y solo recientemente la policía atrapó al asesino. Sin embargo, su tragedia no terminó ahí; su hogar también sufrió un incendio que destruyó todas sus pertenencias. A pesar de todo el dolor y sufrimiento, sigue enfrentando la vida con fortaleza y muestra una notable resiliencia.

Al recibir suministros y tarjetas de efectivo de los voluntarios de Tzu Chi, esta madre valiente dijo, “Quiero ir a otro lugar inmediatamente para pasar el Día de la Madre con otras mamás que han perdido a sus hijos.” Ella cree que estas desgracias son una prueba de Dios para ella y elige ser fuerte en lugar de dejarse vencer.

Voluntarios abrazan y consuelan a los sobrevivientes. Foto/Laura
Foto grupal de los voluntarios. Foto/Mingzhen Wu

La vida tiene altibajos, como un arcoíris que siempre aparece después de una tormenta. En este difícil viaje, los voluntarios de Tzu Chi siempre estarán al lado de los sobrevivientes, ofreciendo calidez y apoyo. El amor y el cuidado pueden superar todas las dificultades. Mientras haya amor, las personas podrán avanzar con fortaleza sin importar los desafíos. 

Que la compasión del Buda bendiga a todos los seres para que encuentren la fuerza para transformar el sufrimiento en felicidad y abrazar un mejor mañana.

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