Escrito por Diana Chang
Editado por Hernán Goicochea
Editado por Maribel Suárez
El 29 de abril, Nina y Michael Heumann viajaron desde la ciudad de los Ángeles hacia Alhambra, California, para recoger equipos de protección personal (EPP), de la Fundación Budista Tzu Chi. La pareja iba con una misión en mente: Luego llevarían los insumos al Centro Médico Indio Gallup, ubicado en la ciudad de Gallup, Nuevo México.
Gallup, no es un lugar cualquiera. Es el hogar de los sitios arqueológicos donde vivían los Anasazi desde el año 300 DC. La relación que tiene los Heumann con el centro médico ha sido de largo tiempo. A través de los años, la pareja ha patrocinado a estudiantes de Futures for Children, una organización que se dedica en apoyar a los estudiantes nativos americanos. De hecho, tres de los estudiantes que fueron alguna vez patrocinados por los Heumann, pertenecen a la tribu Navajo, y terminaron trabajando para el Centro Médico Indio Gallup.
Después de leer un artículo de opinión publicado el 20 de abril llamado Nowhere is Remote Anymore (No Hay Un Lugar Remoto, en español) en el New York Times, la pareja se preocupó. Aquel artículo ilustra las vulnerabilidades atemorizantes que enfrentan las comunidades indígenas, incluso lejos de los conocidos epicentros de coronavirus. Destacó hechos desgarradores como:
la falta de agua corriente, electricidad y supermercados
los centros de salud están a horas de distancia de las áreas residenciales en automóvil
con poca señalización y direcciones, que no se muestran claramente, los servicios de emergencia se esfuerzan, para asistir las llamadas de urgencia.
las tasas de enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes son altas entre los navajos, lo que los hace extremadamente vulnerables a la fatalidad si contraen el coronavirus.
Estos datos son solo algunos. Sin embargo, al enterarse el Profesor Bingbing Li, de la Universidad Estatal de California, sobre la búsqueda de equipos EPP por parte de los Heumann, instintivamente los remitió a sus contactos en Tzu Chi.
Li es profesor de ingeniería de fabricación. Y mientras continúa en marcha la pandemia del COVID-19, se ha encargado de fabricar protectores faciales utilizando impresoras 3D para donar a los hospitales. Trabajando junto con el director ejecutivo de la fundación Tzu Chi, Dr. William Keh, ha creado un lote de 110 protectores faciales, 200 pares de gafas, 25 conjunto de overoles y 2.000 mascarillas quirúrgicas para el Centro Médico Indio Gallup.
Ahora, la pregunta había cambiado: ¿cómo se harian llegar estos suministros al lugar donde lo necesiten?
Los Heumann contactaron a Victoria Wilson, una de los estudiantes que en el pasado había patrocinado a través de Futures For Children. En vez de hacer el viaje completo, estaban dispuestos a conducir hasta Kingman, AZ, un punto medio entre California y Nuevo México, y pasar los productos a Victoria para llevarlos a su próximo lugar de entrega..
Victoria es una residente de Gallup. Aunque ella trabaja para la compañía de seguros State Farm, su hermana y dos hermanos trabajan en el centro médico. Al ver la escasez de equipos EPP que amenazaba la seguridad de sus hermanos, sus colegas y sus pacientes, convenció a Joshua Turney, su supervisor, de pedir prestado el automóvil de la compañía para hacer la recolección. ¡Y lo hizo!
Victoria recogió una suma total de cinco cajas llenas con equipos EPP donados por Tzu Chi y el Profesor Li, para llegar a su destino, viajó aproximadamente 500 kilómetros a través de tres estados. Finalmente, el 30 de abril, la donación llegó al Centro Médico Indio Gallup. Ahí, fue bien recibida por la Dra. Jennie Wei.
Luego, la Dra. Wei escribió para agradecer a todos quienes pusieron de su parte y llevar a cabo la entrega de suministros. En su carta de agradecimiento, ella escribió:
Además de tener más del doble de capacidad de pacientes hospitalizados en nuestras camas, también tenemos más de 130 pacientes que no pueden aislarse de forma segura en sus casa y ahora se están quedando en moteles y hoteles ... El equipo EPP que su organización ha donado protegerá el personal de atención médica que atiende a todos estos pacientes en nuestras unidades COVID-19, así como a nuestros equipos de extensión que visitan hoteles y moteles y ven diariamente a esas personas. Este ha sido un momento muy difícil para nuestra comunidad, pero saber que personas cercanas, y lejanas, están ofreciendo ayuda con donaciones. Esto realmente nos hace sentir que no estamos solos en esta batalla. ¡Gracias nuevamente por sus generosas donaciones a nuestra comunidad!
Nos sentimos honrados de ofrecer ayuda a las personas de nuestras comunidades indígenas. Particularmente. aquellos vulnerables a los peligros del COVID-19, y agradecemos a todos quienes estuvieron involucrados por hacer realidad esta donación.
