Escrito por Huanxun Chan
Traducido por Diana Chang
Traducido (español) por Gerardo Bonilla
Editado (español) por Maribel Suárez
Si bien los programas deportivos y de acondicionamiento físico han estado en pausa durante la pandemia, la Academia Deportiva de Gimnasia de Oroville, CA. ha tenido una especie de evolución: fue elegida para albergar el Centro de Asistencia Local (LAC), después del Incendio Complejo de Relámpagos del Norte. Aquí, los residentes pueden buscar recursos de organizaciones locales, después de un incendio forestal, una de ellas es Tzu Chi Noroeste. Allí, los voluntarios se reunirán con los residentes y escucharán sus historias sobre la pérdida y la resistencia, que experimentaron a través del incendio.
Una mujer, de unos 60 años, solo tenía teléfono fijo y no tenía teléfono celular. Después de que estalló el incendio, su hija se apresuró a buscarla, pero su madre había sido evacuada. Cuatro días después, la familia finalmente se reunió. La hija le consiguió un teléfono celular a su madre de inmediato, pero le explicó que necesitaba aprender a usarlo. Los voluntarios de Tzu Chi ayudaron a esta mujer con su solicitud en línea, para el alivio de incendios forestales de Tzu Chi Noroeste durante este otoño.
Para mantenerse a salvo, y prevenir la transmisión cruzada del coronavirus en el Centro de Asistencia Local, los voluntarios y sobrevivientes, solo pueden ingresar, si usan mascarillas y mantienen el distanciamiento social. Además, cada mesa estaba equipada con una barrera de plástico transparente, para minimizar la posibilidad de atrapar gotitas infecciosas en el aire.
Debido a los incendios, muchos han sido evacuados de sus hogares, sin previo aviso. Mientras que algunos, se han refugiado con familiares, otros se han quedado sin una morada estable, no cuentan con servicios básicos de gas, y tampoco electricidad. Algunos beneficiarios, recibieron mantas ecológicas Da Ai Technology, elaboradas con textiles cálidos, hechos de botellas de plástico recicladas. A los refugiados también se les obsequió arroz instantáneo Jing Si, que se podía preparar con agua fría o caliente.
En la distribución, conocimos a Frank y Barbara Burcio de Berry Creek. Frank había escuchado por la vigilancia del vecindario, que el Incendio de Relámpagos del Complejo Norte, se estaba extendiendo y comenzó a comprender la gravedad de la situación. Frank, condujo hasta una intersección a un cuarto de milla de su casa y vio que había camiones de bomberos y coches de policía por todas partes.
“Manejé de regreso a casa y le dije: ‘Cariño, tenemos que irnos ahora'”, dijo Frank. Veinte minutos después, se fueron con lo esencial y dos gatos. Habían vivido en su casa de Berry Creek durante 17 años.
Ahora, Frank y los suyos, se quedan con familiares en Wheatland, CA. Barbara por su parte recordó entre lágrimas: “Conocimos a gente encantadora allá arriba. Era una comunidad unida”. Frank agregó, que “tuvimos 17 años buenos, así que no sabemos, qué nos depara el futuro. Si volvemos, no volveremos, no lo sabemos todavía, no hemos tomado ninguna decisión.”
Otro beneficiario de la atención fue Pat Cornelius. Al llegar con su sombrero de vaquero, se sentó con Baba Kauna Mujamal de Tzu Chi en Chico. “En Camp Fire, perdí 5 autos”, explicó sobre su experiencia en 2018 con incendios forestales; “[En] este solo perdí uno”.
En 1974, Pat se mudó a Paradise, CA. y vivió allí durante casi 45 años. Hace dos años, los Incendios Complejo de Relámpagos, destruyeron su casa. Luego, Pat se mudó a una comunidad temporal, establecida por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias y hace solo cuatro meses, finalmente encontró un lugar adecuado para vivir en Berry Creek. Aunque es pequeño, era cálido y cómodo.
“El inquilino anterior me dejó todo, dejaron herramientas y muchas otras cosas, porque se enteraron de que no tenía nada”, explicó Pat. Poco sabía él que los incendios forestales volverían a estallar.
Pat miró las mantas, que estaban distribuyendo los voluntarios de Tzu Chi. “Esto le trae muchos recuerdos”, le dijo a Baba. Luego Pat confesó que podía sentir el amor y el cuidado de los voluntarios de Tzu Chi y eso le daba algo de consuelo. Ahora, Pat está en Chico, CA, recibiendo sus bendiciones un día a la vez, tal como nos dijo.
A ustedes realmente les importa. No es solo un trabajo para ti, tu extiendes la calidez de tu corazón a las personas.
Pat Cornelius, Sobreviviente de los Incendios Complejo de Relámpagos del Norte.