Escrito por Jin Chen
Adaptado al español por JuanMa Bonilla
Editado por M. Carolina Saheli
El 3 de septiembre de 2022, tres personas se encontraban sentadas en una banca bajo el cálido sol de otoño en la entrada de la Escuela Primaria Jackson en Kentucky. En los lados izquierdo y derecho de la banca estaba una pareja de adultos mayores, y en el centro se encontraba una mujer alta, su futura nuera. La muerte de Tony Calhoun dejó una profunda tristeza en sus padres y su futura esposa quienes llegaron a la distribución de suministros para los sobrevivientes de las inundaciones en Kentucky en julio de 2022.
Un duelo insoportable
El 26 de julio de 2022, el este de Kentucky sufrió una inundación sin precedentes que causó estragos en toda la zona. Tony, un actor y productor, y sus padres, Lowell y Betty, se encuentran entre las personas afectadas por este desastre. Hace 16 meses, en 2021, Tony tuvo un encuentro cercano a una inundación que llegó a su casa. Afortunadamente, el agua no entró a la casa, pero la humedad lo obligó a tener que hacer reparaciones. Este evento preocupó mucho a Tony y mencionó que no sabía cómo iba a poder enfrentarse a una inundación más severa.
Desafortunadamente, Tony, tuvo que vivir la realidad de su temor 16 meses después. En julio de 2022, la casa de Tony sufrió daños severos por una inundación más desastrosa que la del año anterior. Tony perdió muchas cosas importantes, incluyendo una colección muy valiosa que conservaba desde los 6 años. A pesar de que Tony sobrevivió la inundación, tristemente se convirtió en la víctima número 39 del desastre al quitarse la vida diez días después. Debido a esta tragedia, los familiares de Tony fueron invitados a la distribución de ayuda donde los voluntarios los entrevistaron y escucharon atentamente historias sobre la vida de Tony y les mostraron amor y compasión para aliviar un poco el vacío.
Una inundación impactante y ayuda oportuna
Estas inundaciones al este de Kentucky ocasionaron 40 muertes y un desplazamiento impresionante de gente debido a la destrucción que causó en sus hogares. A pesar que la oficina de Tzu Chi del medio oeste más cercana está a 8 horas de distancia de la zona de desastre, los voluntarios de Chicago hacen su mejor esfuerzo por acudir a las zonas afectadas y llevar ayuda de forma oportuna. Gracias a esto, los equipos de distribución obtienen una gran experiencia.
Al conocer sobre el desastre en Kentucky, los voluntarios del medio oeste de Tzu Chi se movilizaron rápidamente. El director ejecutivo de la oficina del medio oeste, Chong Hsieh, los directores ejecutivos adjuntos Amy Hsieh y Qingxiong Lin, los voluntario Yue Ma, Guocheng Lin de Dayton, Dehong Li de Columbus y Rongchang Chen de Cincinnati formaron un equipo para investigar el área del desastre. El equipo estuvo dos días investigando la zona de desastre bajo la lluvia con el fin de comprender mejor las necesidades de los sobrevivientes.
Mientras se realizaba la evaluación, la oficina de Tzu Chi en Chicago inició una convocatoria para voluntarios alrededor de todo el medio oeste de Estados Unidos para invitarlos a formar parte de los esfuerzos de ayuda. Una vez finalizada la evaluación, se acordó realizar dos distribuciones el 3 y el 4 de septiembre de 2022. Finalmente se procedió a obtener el lugar donde se quedaron los 47 voluntarios que formaron parte del equipo de distribución debido al largo viaje que la mayoría debían emprender para llegar a las zonas afectadas en las ciudades de Jackson y Hazard en Kentucky.
El 31 de agosto, todos los voluntarios se reunieron de forma virtual para un entrenamiento inicial donde los líderes de la oficina regional mostraron videos informativos y explicaron a los voluntarios todo el proceso de distribución. El 2 de septiembre, los voluntarios de varios centros de servicio trabajaron juntos para transportar todos los materiales de distribución que incluían: mantas ecológicas, alcancías de bambú, equipos de audio e informática, expositores, bolsas de regalo, etc. Adicionalmente, cada persona involucrada se hizo un exámen de COVID-19 para mantener la seguridad de todos durante las jornadas de los siguientes días.
Los voluntarios primero fueron al centro de servicio local para rendir homenaje a Buda y luego partieron de acuerdo con el arreglo previo. Con alegría y gratitud, todos se apresuraron a salir y después del anochecer se reunieron en Staybridge Suites en Lexington, Kentucky, donde se hospedarían dos noches consecutivas.
El primer día de distribución en Jackson
La mañana del 3 de septiembre de 2022, alrededor de 40 voluntarios se reunieron en un salón de las Staybridge Suites a las 6 a. m. donde se prepararon para partir hacia Jackson, Kentucky. Todos se realizaron otro examen de COVID-19 para asegurar resultados negativos y obtuvieron el detalle de sus respectivas tareas del día.
La caravana de 10 vehículos llegó a las 8 a. m. a la Escuela Primaria Sebastián donde se encontraban ya varias personas haciendo fila para recibir sus bienes. Los voluntarios de la Cruz Roja brindaron la lista de sobrevivientes y ayudaron a confirmar los datos de los beneficiarios para asegurarse que las donaciones y bienes llegaran a las personas correctas. El personal se organizó inmediatamente acomodando mesas, sillas, banners informativos y todo el equipo necesario para llevar a cabo el evento en el gimnasio de la escuela primaria.
Estas familias de sobrevivientes perdieron todo durante las inundaciones. Tzu Chi realizó un arduo trabajo y notificó a todos los sobrevivientes de la lista por teléfono sobre la distribución que se llevaría a cabo. Se invitó a todos a llegar de 9 a. m. a 12 p. m. o de 1 p. m. a 3 p. m. a la Escuela Primaria Sebastián para recibir las tarjetas prepagadas y artículos de ayuda ante desastres.
Mientras llenaban los documentos de registro y esperaban a que este proceso finalizara, todos se sentaron a ver un video conmovedor donde mostraron los esfuerzos de ayuda por los tornados que arrasaron con Mayfield, Kentucky. Cuando todos los asientos se llenaron, el vicepresidente de la región, Huishan Qiu, habló sobre el proceso de distribución y puso un video donde se explicó la procedencia de las donaciones, los bienes que recibían ese día y la dinámica de las alcancías de bambú.
Audrey Lin, una voluntaria de Dayton, leyó la carta de la Maestra Cheng Yen dirigida a todos los sobrevivientes. Muchas personas se conmovieron por las palabras de la venerable maestra. Luego, Annie Chow, otra voluntaria de Chicago, explicó el contenido de los bienes que les entregaban a los sobrevivientes. Además de tarjetas prepagadas por un valor de $600 u $800 ordenadas por número de miembros de la familia, también se presentaron bolsas de regalo y mantas ecológicas. La bolsa de regalo contenía la carta de condolencias de la maestra, revistas de Tzu Chi en inglés, linternas, bufandas ecológicas y muchas cosas más. Aunque los artículos eran pequeños, estaban llenos del amor y del cuidado de los voluntarios.
Ayuda financiera y espiritual para sosegar el sufrimiento
Debido a la pandemia, todos trataron de mantener la distancia, por lo que no se vieron muchos abrazos. Sin embargo, cada voluntario y sobreviviente demostraron su gratitud y compasión intercambiando una cálida mirada.
Nancy Herald, una beneficiaria, dijo: “Cuando recibí su mensaje telefónico, nunca había oído hablar de su organización y al principio estaba un poco escéptica así que verificamos en línea y averiguamos lo que hacen alrededor del mundo y decidimos venir. Cuando vimos los letreros de la Cruz Roja y algunos locales, supimos que iba a ser un gran evento. Estoy especialmente agradecida por sus programas y sus videos, por la conversación que tuve con varios voluntarios que fueron tan alentadores, amables, reconfortantes, comprensivos y empáticos. ¡Todos los voluntarios dijeron que estaban aquí por amor y cuidado por los demás! Ha sido una experiencia muy positiva y gratificante para mí”.
Los voluntarios que repartieron bolsas de regalo y mantas ecológicas compartieron con los afectados la historia de las alcancías de bambú y el proceso de elaboración de las mantas ecológicas. Mucha gente se conmovió y algunos incluso pusieron dinero en la alcancía de inmediato.
Darnell Ramírez, una mujer mayor de 81 años, dijo a los voluntarios conmocionada: “La inundación ocurrió a las cuatro de la mañana. Mi esposo y yo huimos desesperados a la cima de la montaña, así es como nos salvamos. ¡Pero nuestra casa fue destruida! Hemos perdido todo, solo podemos depender el uno del otro. Vine aquí hoy y conocí a Tzu Chi, que es la voluntad de Dios. Recibí tarjetas prepagadas de $600, mantas ecológicas y muchas cosas más. Más que eso, también recibí consuelo. Cuando volvamos a la normalidad, donaré a Tzu Chi como lo he hecho con muchos otros grupos”.
Tzu Chi está ayudando a personas de todo el mundo y tengo que hacer mi parte. Creo que esta es una misión que Dios me ha dado y quiero que más personas sepan lo que está haciendo Tzu Chi.
Bobby Barnett, otro sobreviviente de la inundación, llegó a la distribución con su hermana que vive en Florida. Su hermana manejó 13 horas desde Florida cuando escuchó sobre el desastre y ha estado ayudando a su familia. Ella, al ver la compasión de los voluntarios dijo: “Al principio lloré por mi familia, porque mi hermano y mi madre lo perdieron todo, y luego me emocioné porque vi la amabilidad de todos los voluntarios. Estamos muy agradecidos por lo que todos han hecho. Sé que entienden por lo que hemos pasado, y entienden las dificultades por las que está pasando esta comunidad. Hemos perdido todo a lo que estábamos acostumbrados, excepto la ropa que llevábamos puesta. Cada centavo que donen ayudará mucho. Somos fuertes y debemos seguir siendo valientes. ¡Les agradecemos mucho!”
La jornada de distribución finalizó a las 4 p. m. y una vez todos los beneficiarios recibieron sus bienes, el equipo se organizó rápidamente y desmontaron todo para llevarlo de regreso a los vehículos. Cuando regresaron al hotel, los voluntarios se juntaron en un salón para compartir sus experiencias y ver las fotografías del día. Ellos llenaron sus corazones con el deseo de dar a otros y cumplieron con éxito otro día de distribución.
La distribución continúa en Hazard High School
El siguiente día, antes de que saliera el sol, los voluntarios se prepararon de nuevo para otro día de distribución, esta vez realizaron un trayecto de dos horas hasta Hazard, Kentucky. Al llegar, todos quedaron impactados por la destrucción que encontraron en el trayecto, había casas derrumbadas, árboles arrastrados por la inundación, muebles dañados, materiales de construcción rotos y vehículos desechados. Ver todo eso, le hizo ver a los voluntarios la gravedad de la situación y los impulsó a estar más determinados de lo que ya estaban. Al llegar a la Escuela Secundaria de Hazard, los voluntarios de Tzu Chi, sin pensarlo dos veces, prepararon el espacio para dar inicio al evento a las 9 a. m.
Los voluntarios desarrollaron un entendimiento tácito más fuerte que el día anterior. Todo salió muy bien. La distribución comenzó después de las 9 en punto.
La distribución continúa en Hazard High School
Debido a la destrucción ocasionada por la inundación, muchas familias se desplazaron y se les hizo más difícil trasladarse al centro de distribución. Esto causó que menos personas llegaran a recibir sus bienes ese día. Sin embargo, los voluntarios tomaron esta oportunidad para tener un acercamiento más personal con los sobrevivientes presentes, escucharlos, ofrecerles consuelo y compañía.
Uno de los sobrevivientes, Tony Uareed, les contó en detalle a los voluntarios sobre el desastre. A pesar de que todo había sucedido hace casi más de un mes, Tony recordaba con mucha claridad: “Mi hija de 19 años, le había tenido miedo a las tormentas. Ella seguía mirando como avanzaba la tormenta y me decía: ‘¡Mamá, esto va a ser muy, muy malo!’. El agua subía más y más, el auto se sumergió y quedamos atrapados, luego el agua llegó a nuestros cuellos y el agua en la casa alcanzó los 5 pies de altura, el agua en el garaje alcanzó los 8 pies, el agua fuera de la casa estaba a 30 pies más o menos. Estábamos rodeados de agua. Luego se cortó la luz, el teléfono dejó de funcionar y perdimos el contacto con el mundo exterior. Desde las 2 a. m. hasta las 9:30 a. m. del segundo día (un total de 30 horas), nos quedamos dentro de la casa hasta que el agua había retrocedido hasta el nivel de la rodilla para que pudiéramos abrir la puerta trasera y nadar hasta un lugar seguro”.
Toni continuó: “No tenemos nada, ni camas para dormir, ni cepillo de dientes, ni peine, nada. Es muy revitalizante estar aquí y encontrar a alguien dispuesto a ayudarnos, y nos sentimos muy bien. Podemos usar esta tarjeta prepagada para comprar alimentos, comprar electrodomésticos, etc. ¡Nos es de mucha ayuda! Los voluntarios compartieron la alcancía de bambú conmigo y aprendí que todos pueden ayudar y contribuir. Todos los voluntarios estaban sonriendo y nos hicieron sentir relajados ya que entendieron lo que estábamos pasando. Todos fueron muy amables”.
El joven Daniel Hanson dijo con gratitud: “Vivo solo. A las diez de la noche, fui al baño y descubrí que había de 3 a 4 pulgadas de agua. Tan pronto como salí por la puerta, la corriente se volvió tan fuerte que la inundación arrastró toda mi casa al arroyo. Ahora estoy en proceso de reconstrucción. Me siento muy afortunado de tener tanta gente aquí para ayudarnos, ¡es increíble! ¡Gracias a todos! Recibí un colgante de la paz y una manta ecológica. Tuve una gran conversación con los voluntarios, lo que me hizo sentir maravilloso. Desde el momento en que entré al lugar de distribución hasta que me fui, siempre sentí que todos los voluntarios se preocuparon por mí, y todavía puedo sentirlo ahora, lo cual es increíble. Voy a usar la tarjeta de efectivo para comprar más madera para completar la reconstrucción de mi casa, y si queda algo de dinero, lo usaré para ayudar a los demás”.
Della Ritchie, una mujer mayor muy enérgica, dijo: “Todavía estábamos dormidos a las dos de la mañana cuando mi hija llamó para despertarnos. Me dijo que el agua estaba sobre el porche de su casa y que su casa estaba más alta que la nuestra. Así que corrimos rápidamente hacia la puerta trasera. ¡La casa estaba completamente inundada! Mi esposo nos llevó a mí, a mi nieta y a nuestra mascota a un lugar seguro, pero resultó herido por algunos escombros. Escapamos por un pelo, pero algunos de nuestros vecinos perdieron la vida, y las casas quedaron destruidas. Lo que recibí hoy ha sido de gran ayuda para nosotros, ahora estamos sin hogar y hemos perdido todas nuestras pertenencias personales. Esta inundación ha afectado mucho a nuestra nieta de 12 años. A ella le encantan las mantas, por lo que disfrutará esta manta ecológica. La tarjeta de efectivo nos será de gran ayuda para comprar nuestros suministros personales y ayudarnos en nuestra vida diaria”.
Los voluntarios están llenos de amor, dan, se toman su tiempo para ayudarnos desde tan lejos, nos brindan ayuda, nos cuidan desde el fondo de su corazón. Esto llena mi corazón de gratitud por la humanidad y me permite conocer que el mundo está lleno de gente que se preocupa. ¡Estoy muy, muy agradecida!
Steve Perkinh, un hombre robusto de mediana edad, se mostró tímido al principio, pero no pudo evitar expresar su entusiasmo: “¡Esta inundación ha destruido casi todo lo que tenemos! La inundación golpeó como una pared y destruyó la casa prefabricada de mi vecino, la bodega, etc. Todo se ha desvanecido. Vine aquí porque recibí un mensaje telefónico de Tzu Chi y estoy muy inspirado de ver a tanta gente que viene a ayudarnos. Recibí una tarjeta prepagada de Tzu Chi, una manta ecológica hecha con botellas de plástico y una bolsa de regalo, que serán de gran ayuda para nuestra recuperación. Usaré la tarjeta prepagada para comprar mis necesidades más básicas, como gasolina, comida, etc. Creo que Tzu Chi es un buen grupo porque tienen muchas personas solidarias que donan, son muy amables y generosos. Cuando interactúo con los voluntarios, me siento muy relajado”.
La dedicación y amor de los voluntarios
Después de dos días de dedicación, los voluntarios que participaron también se emocionaron. Annie Chow, de Tzu Chi Chicago, compartió: “Esta vez distribuí las bolsas de regalo, les presenté los diversos artículos en las bolsas y les conté sobre el proceso de producción de las mantas ecológicas. Todos se conmovieron mucho. También varios voluntarios les explicaron que los fondos que se les entregaron ese día provinieron de las alcancías de bambú. Los sobrevivientes también recibieron alcancías de bambú propias y estaban felices por retribuir”.
Xun Yan, un miembro de Tzu Chi Columbus que participó en la distribución por primera vez, dijo emocionado: “Esta es la primera vez que vengo a participar en la distribución de ayuda por desastre. Esta vez vinimos a Kentucky para distribuir tarjetas prepagadas y obsequios a las víctimas de las inundaciones. Soy el voluntario a cargo de llevar a las víctimas a sus asientos y llenar los formularios”.
Me conmovió mucho cuando interactúe con las víctimas, vi sus rostros agradecidos y escuché sus historias. Como alguien que puede ayudar a los demás, me hizo sentir más agradecido por todo lo que tengo. Tengo una casa, trabajo y puedo ayudar a otros. ¡Estoy muy agradecido!
Cerrando con éxito dos jornadas de ayuda
Chong Hsieh, director ejecutivo de la oficina del medio oeste de Tzu Chi, hizo un resumen de las distribuciones y también propuso grandes planes para el futuro: “La inundación de Kentucky ocurrió el 26 de julio y llegamos rápidamente para investigar el área del desastre. Cuando inspeccionamos las casas de las víctimas, algunas quedaron completamente destruidas y otras sufrieron daños severos. Durante este período, hicimos planes para ayudar a las víctimas del desastre. Estamos muy agradecidos con nuestros hermanos y hermanas de Chicago, Columbus, Dayton, Cincinnati, Detroit y otros lugares por sacrificar sus vacaciones largas, mostrar un gran amor y viniendo al área del desastre para brindarles ayuda financiera y material a los sobrevivientes. Durante estos dos días las personas afectadas estaban muy agradecidas con Tzu Chi y dijeron que sus hogares habían sido destruidos y no contaban con un seguro. Así que, para ellos, poder recibir esta gran suma de dinero fue un alivio. Pudieron reemplazar los muebles destruidos y acatar otras necesidades. Esto fue muy conmovedor. ¡Nosotros debemos agradecer a los voluntarios de Tzu Chi por ello!”
Chong Hsieh continuó explicando que, por el momento, Tzu Chi ha podido realizar estas distribuciones en los lugares más afectados, pero este desastre ha sido de una escala más grande afectando una gran área. Por otro lado, es más complicado llegar a otras zonas más remotas, pero quisiera seguir ayudando lo más posible. Chong recalcó que tiene la esperanza que más oficinas de Tzu Chi puedan surgir cerca de está área ya que se ha identificado que son áreas con mucha necesidad y, por ser tan remotas, es más complejo llegar hasta ellas.
Esperemos que estas semillas de amor puedan echar raíces y brotar aquí, y puedan cuidar este hermoso campo de Kentucky a nivel local.
A pesar de las dificultades de muchas personas afectadas, Tzu Chi siempre busca la forma de ayudar y darle acceso a estos beneficios a todos. Finalmente, las distribuciones en Kentucky beneficiaron a 255 hogares, 683 personas y se distribuyó un total de $165.800 dólares que sirven para que los sobrevivientes encuentren un poco de paz en estos momentos difíciles. ¡Consolar a la gente es exactamente lo que hace cada voluntario de Tzu Chi! Cuando una persona está completamente desesperada, sólo el amor puede encender la esperanza en su corazón. Tzu Chi puede dar fuerza a muchas personas para reconstruir sus hogares, y tal vez así evitar más tragedias como la muerte de Tony Calhoun. Esperamos sinceramente que las víctimas, con el amor y las bendiciones de los voluntarios de Tzu Chi en todo el mundo, superen el dolor causado por la inundación lo antes posible y regresen a sus vidas normales.
