Escrito por Shangyu Dai
Traducido al español por María Pacheco
Editado por M. Carolina Saheli
Geográficamente, la parte central de los Estados Unidos es plana y vasta, lo que hace que los estados centrales de Indiana, Ohio y Oklahoma sean áreas propensas a tornados. Como los ocurridos entre el 13 y el 15 de marzo de este año que azotaron los estados de Indiana y Ohio, causando tres muertos y grandes daños. Los tornados destruyeron casas dejando escombros. Los sobrevivientes perdieron todo, quedandose sin hogar de la noche a la mañana.
Al día siguiente del desastre, voluntarios del Centro de Servicio del Medio Oeste de Tzu Chi, en Indianápolis, se pusieron inmediatamente en contacto con la Cruz Roja local y lanzaron una serie de esfuerzos de ayuda humanitaria. El 6 de abril, el Centro de Servicio de Indianápolis y el Centro de Servicio de Dayton se unieron para llevar a cabo una distribución de ayuda en Winchester, Indiana. Cada familia afectada por el desastre recibió una tarjeta de efectivo de $1,000 y mantas ecológicas, ayudando a cubrir sus necesidades inmediatas.
Tzu Chi organiza un operativo de ayuda inmediata
Inmediatamente, después del tornado, Zhihong Hsu, director del Centro de Servicio Tzu Chi en Indianápolis, organizó un equipo de tres personas para evaluar el área afectada el 16 de marzo. Zhihong Hsu explicó, “nos enteramos del tornado en las noticias al día siguiente, y organizamos un equipo de tres personas y contactamos a la Cruz Roja local. Con el permiso del gobierno, vinimos con la Cruz Roja para llevar a cabo la ayuda humanitaria”.
Para asegurarse de que las donaciones llegaran a los sobrevivientes necesitados, los voluntarios del Centro de Servicio Tzu Chi en Indianápolis trabajaron junto con la Cruz Roja local realizando visitas puerta a puerta. “Fuimos a las áreas afectadas, hicimos algunas visitas y confirmamos el número de hogares afectados con la Cruz Roja”, comentó Zhihong Hsu. Después de dos semanas de incansable trabajo, los voluntarios finalizaron la lista de personas necesitadas, creando una base sólida para que los voluntarios de Tzu Chi distribuyeran suministros.
Gracias a la colaboración la ayuda llegó a los sobrevivientes
La noche del 5 de abril, 13 voluntarios de Tzu Chi Medio Oeste cargaron sus autos con los suministros de ayuda. El equipo partió desde el Salón de Jing Si en Chicago y finalmente llegaron al hotel en Muncie, Indiana, alrededor de las 11:00 p.m. Después de una noche de descanso, los voluntarios de Tzu Chi visitaron el área del desastre al amanecer para evaluar la situación. Se encontraron con una escena desgarradora, con árboles caídos y casas en ruinas. A pesar de que el cielo estaba despejado, la escena se asemejaba a un infierno.
El 6 de abril, 26 voluntarios de Tzu Chi Medio Oeste, junto con otros representantes del Centro de Servicio de Indianápolis y del Centro de Servicio de Dayton llegaron al sitio de distribución en Winchester, reuniendo el poder del amor y mostrando cuidado a los sobrevivientes.
Alrededor de las 12:30 p. m. de ese día, los sobrevivientes que recibieron la notificación de distribución llegaron al sitio uno tras otro, se registraron y tomaron asiento con la ayuda de los voluntarios de Tzu Chi. Luego, los voluntarios contaron la historia de Tzu Chi a los sobrevivientes y leyeron en voz alta una carta de la Maestra Cheng Yen. Al escuchar las palabras de amor y cuidado plasmadas en la carta, muchos sobrevivientes no pudieron evitar llorar y abrazarse. Después de ver la película sobre el origen e historia de Tzu Chi, Brenda Sarah quedó asombrada y dijo con lágrimas en los ojos, “no hay duda. Cuando vi por primera vez a la gente poniendo monedas en la alcancía de bambú, probablemente no eran ricos. Pero lo que sea que tenían, estaban dispuestos a darlo.”
Los voluntarios de Tzu Chi cantaron la canción “Una Familia” en lenguaje de señas junto con los sobrevivientes, como una manera de demostrarles que no estaban solos. Esta cálida melodía ayudó a limpiar el alma de las personas. “Cuando cantamos, sentí el amor de todos”, dijo Linda Brown, una sobreviviente del desastre, quien quedó tan conmovida que se le llenaron los ojos de lágrimas.
Para restaurar la esperanza en los sobrevivientes, el director ejecutivo Chong Hsieh animó a todos diciendo, “El tornado puede destruir nuestros hogares, pero no destruirá nuestro espíritu”. Al mismo tiempo, los voluntarios de Tzu Chi escucharon a cada uno de los sobrevivientes y compartieron con ellos cómo podrían salir más fuertes de esta situación. Mary Schnee Phil compartió que esta fue la primera vez en su vida que sintió el cuidado por parte de otras personas y quedó asombrada. “Fue más allá de mi comprensión porque nunca antes había recibido tanto cuidado”, compartió Mary.
Justo en el momento en que la madre de Cathy Brown acababa de superar el cáncer y finalmente estaba reconstruyendo su vida, el tornado arrasó su casa de la noche a la mañana. Cathy, quien ha sido afectada por sucesivos tornados, lloró frente a los voluntarios, y agradeció a Tzu Chi por la ayuda recibida, diciendo, “Esto es una bendición. Necesitamos ayuda. Hemos perdido muchas cosas. Esto nos ayudará a pagar nuestras facturas de servicios públicos y los de nuestra nueva casa, también a pagar nuestro alquiler. Esto es de gran ayuda para nosotros”, dijo Cathy.
Me encanta trabajar con Tzu Chi USA. Proporcionan servicios de manera diferente a los afectados por el desastre, incluyendo ayuda financiera, pero también la esperanza y la luz que se brindan a aquellos afectados por estos terribles desastres.
Leslie
Personal de la Cruz Roja
Muchos sobrevivientes no podían creer que estaban recibiendo una tarjeta de efectivo de mil dólares. Además de las tarjetas de efectivo, Tzu Chi también proporcionó mantas y bufandas hechas con materiales reciclados y alimentos vegetarianos de la Tienda Jing Si. Los voluntarios de Tzu Chi esperaban que estos suministros pudieran ayudar a los sobrevivientes durante el frío mes de abril y traerles un rayo de esperanza para superar este momento desafiante.
Después de la distribución, los sobrevivientes solicitaron tomarse una foto grupal con los voluntarios de Tzu Chi. Demostrando que el amor rompe con las tribulaciones de la vida. Como cuando el cielo se aclara después de un día lluvioso, las oscuras nubes se dispersan por sí solas y el cielo se llena de un brillante resplandor.
Con el amor en sus corazones, los voluntarios de Tzu Chi seguirán esforzándose, pintando juntos un arcoíris de compasión.