Adaptado al español por María Pacheco Valles.
Editado por Maribel Suárez
La nueva sede de la Estación de Servicio Comunitario ofrece un ambiente confortable, de paz y de encuentro para todos aquellos que siguen el ritmo ajetreado de la vida en Boston. Aunque es pequeño en tamaño, inspira calidez y armonía.
Zongren Jiang, presidente del Consejo de Desarrollo Económico Chino de Boston, se mostró emocionado ante la inauguración de esta extensión de Tzu Chi.
“Muchos de los que estamos aquí reunidos hoy hemos servido a la comunidad durante cuarenta años y ahora juntos les damos la bienvenida a nuevos miembros; que se unen a la organización”, comentó Jiang, quien conoció la labor de Tzu Chi años atrás cuando fue invitado a una reunión y desde ese momento se comprometió con la fundación a encontrar una nueva oficina.
Este deseo se ha hecho realidad. En el futuro, los estudiantes voluntarios y las personas mayores podrán recibir capacitación y servicios de manera más conveniente a través de la estación de servicio Tzu Chi en Boston
Jinman Chang, Director del Centro de Servicio de Tzu Chi en Boston.
Tzu Chi está presente en Boston desde 1996, cuando Jingwei Cai decidió empezar a trabajar bajo el concepto de compasión y ayuda de la fundación. Desde ese momento las actividades no se han detenido. Todas cumplen con el propósito de brindar ayuda y servir a quienes lo necesiten.
A lo largo de los años, en Boston la organización budista ha promovido eventos de recolección de fondos para víctimas de desastres naturales, también son responsables de coordinar la venta benéfica del Festival del Medio Otoño donde hacen ventas de caridad. Los operativos de salud ofrecidos en este lugar, representan una valiosa ayuda para los integrantes de la comunidad. El número de voluntarios de Tzu Chi se ha incrementado; son muchos los que, vistiendo azul y blanco, se han convertido en referentes de la buena voluntad en el Barrio Chino.
El nuevo Centro de Servicios Comunitarios espera convertirse en un lugar donde todo aquel que lo necesite pueda encontrar ayuda, educación y solidaridad. Además, se espera que los jóvenes, especialmente, se sientan atraídos por el trabajo de la Fundación.
Sentimos que hay una misión que nos insta a regresar a Chinatown y hacer algo por las personas que hacen vida acá. Aquellos que apoyaron a Tzu Chi en el pasado comenzaron desde aquí, y debemos retribuir a esta comunidad
Freeman Su, Director Ejecutivo, Región Noreste de Tzu Chi.
La apertura de la nueva sede es un regalo para la misma fundación, pues veinticinco años atrás decidieron empezar a trabajar en pro de la comunidad china en Boston, y ahora pueden extender esta ayuda a los nuevos inmigrantes que llegan cada día a la ciudad. Desde ya los voluntarios de Tzu Chi desarrollan nuevas actividades que tendrán lugar en esta sede, como la limpieza del Barrio Chino para promover mayor protección del medio ambiente.