Escrito por Fangwen Huang
Adaptado al español por JuanMa Bonilla
Editado por M. Carolina Saheli
Con la pandemia cesando y la cuarentena llegando a su fin, la gente de Texas se mantenía a la expectativa por salir al aire libre de la primavera que se avecina. Sin embargo, a pesar de que la población de la zona ya conoce bien los cambios abruptos en el clima, nadie se esperaba que se formara un tornado tan repentinamente.
El 21 de marzo del 2022, numerosas tormentas eléctricas y tornados azotaron varias ciudades en el centro y norte de Texas, causando desastres y destrucción. Lastimosamente, hubo varios heridos, un fallecido y bastantes daños materiales. Entre los estragos, más de 40,000 personas se quedaron sin energía. Los tornados afectaron mucho a Round Rock, una ciudad 20 millas al norte de Austin. Otro tornado también tocó tierra en la ciudad de Elgin, al este de Austin, causando aún más daños.
Unos días después, rápidamente, voluntarios del Centro de Servicios de Tzu Chi en Austin prepararon tarjetas de débito prepagadas y mantas para distribuir a los damnificados en Round Rock. Tzu Chi y otras organizaciones como la Cruz Roja, bancos de comida y más, unieron fuerzas en El Centro del Patrimonio Unido en Round Rock para llevar alivio a las familias.
La jornada de distribución de socorro en caso de desastre
Después del desastre, el voluntario Jiann-Ping tomó la iniciativa de contactar a las Organizaciones Voluntarias Nacionales Activas en Desastres (VOAD, por sus siglas en inglés) locales en conjunto con la Red de Ayuda para Desastres de Austin (ADRN, por sus siglas en inglés) y generar el apoyo necesario para los afectados.
El día antes de la distribución, el 24 de marzo, varios de los voluntarios fueron al centro para familiarizarse con el edificio y conocer la situación de la zona. Daniel Geraci, Director Ejecutivo de la ADRN, les dió la bienvenida y les agradeció su ayuda. Él les explicó con mucho entusiasmo la logística y qué esperar del día de distribución, así los voluntarios obtuvieron información importante y se prepararon acorde a las instrucciones.
Mientras los voluntarios estaban considerando cómo identificar a las personas afectadas de la lista de 700 familias, Colline Harris, una candidata para el parlamento que se encontraba presente, les ayudó a corroborar geográficamente las zonas impactadas y la ubicación de estas familias.
Visitando las zonas afectadas a evaluar los daños
Luego de reunirse en el centro de distribución y confirmar las zonas afectadas, los voluntarios formaron grupos y se dirigieron a las distintas ubicaciones cercanas. Ellos fueron viendo los destrozos de las tormentas e informaron a las familias afectadas sobre la distribución que se llevaría a cabo al día siguiente mientras les brindaban un aliento de esperanza.
Ya en las calles, era difícil imaginarse cómo habían sido antes, las casas de la zona estaban destrozadas y había escombros por todos lados. A un lado de la calle, donde el daño era más evidente, habían casas sin techo, muros desplomados y árboles que habían caído sobre casas y carros. Era difícil describir la cantidad de daños que los voluntarios de Tzu Chi observaron durante su trayecto. Había otras casas que no fueron tan afectadas, pero siempre tuvieron daños visibles en las fachadas y alrededores. Se podía encontrar árboles antiguos que habían sido arrancados desde la raíz y arrastrados hasta golpear con las casas. Todo era una escena desastrosa, testigo del poder de un tornado.
Se podían ver muchos escombros desperdigados en las calles dando una sensación de desorden y caos. Afortunadamente, el gobierno local actuó rápidamente y despachó a voluntarios y trabajadores para comenzar a restaurar y limpiar las calles de los escombros.
La pérdida material se recupera, las vidas humanas no
Lisa y Nevin Mogford, una pareja que vive en una de las casas afectadas, le cuentan a los voluntarios que el tornado sonaba como si varios trenes subterráneos pasaron a través de la casa al mismo tiempo, todo duró pocos minutos los cuales se sintieron como una eternidad. Había escombros por todos lados, vidrios rotos y la casa quedó sin techo, pero ellos lograron esconderse en el baño aterrorizados mientras Nevin detenía la puerta con fuerza.
Lisa dijo: “Vendimos nuestra casa hace poco tiempo, la entrega estaba programada para el 15 de abril, pero ahora la casa está dañada, no hay forma de venderla; compramos un nuevo tráiler y planeamos vivir en él después de vender la casa, pero también fue destruido por los fuertes vientos. Ahora hemos perdido tanto nuestro antiguo hogar como nuestro nuevo hogar”.
Ambos recibieron felizmente una frazada y devolvieron su gratitud con una donación de una alcancía de bambú mientras comentaban, “Nos sentimos bendecidos por el amor de los vecinos, toda la comunidad y los voluntarios de Tzu Chi”.
La ayuda continua a largo plazo
Irma Ortega, una sobreviviente del desastre, no planeaba ir al evento de distribución, pero los voluntarios la alentaron a ir. Al ver la ayuda que recibió ese día, ella comentó con ojos llorosos, “Hemos vivido en nuestra casa durante 19 años y nunca antes habíamos tenido un desastre como este, y mucho menos un tornado. No sé qué hacer, pero todos aquí son muy considerados, nos cuidan y ayudan, realmente nunca esperé eso. Especialmente, Tzu Chi, me conmovió tanto su calidez”. Irma expresó además su voluntad de donar a Tzu Chi todos los meses después de establecerse.
El voluntario Yijing Tsai compartió el Aforismo 88 Jing Si con Darwin, un sobreviviente que se conmovió cuando leyó la frase: “Con la palma hacia abajo, estás ayudando a la gente, con la palma hacia arriba, estás rogando a la gente. Ayudar a la gente es alegre, rogar a la gente es doloroso”. Sus ojos se llenaron de lágrimas y cuenta que siempre busca ayudar a otros y nunca se imaginó que estaría del otro lado de esa ayuda. Los voluntarios le agradecieron por su valentía y lo alentaron a seguir ayudando a otros siempre que pudiera.
Cuando llegó el tornado, ¡fue realmente aterrador! Ni siquiera podía respirar, es espeluznante cuando lo recuerdo; porque el tornado estaba tan cerca de mi casa que parecía que iba a caer de mi techo en cualquier momento.
Rosa, una sobreviviente
La ayuda continua a largo plazo
El voluntario, Andrew Liu, que había estudiado español por dos años, trató de interactuar con ellos en español con la esperanza de que los sobrevivientes sintieran la amabilidad y la calidez de los voluntarios de Tzu Chi.
Este evento de dos días fue un poco distinto a las jornadas de distribución que Tzu Chi lidera normalmente ya que los beneficiarios se podían acercar a la zona de Tzu Chi, recibir sus frazadas y tarjetas de débito prepagadas y platicar con los voluntarios por un largo tiempo. Muchos lloraron mientras los voluntarios brindaron su apoyo y abrazos. 18 voluntarios participaron en este evento y se le entregó un total de 17,100 USD en tarjetas de débito prepagadas a más de 22 familias afectadas. Adicionalmente, los afectados se llevaron un amuleto con frases de bendición, una alcancía de bambú, calidéz y bendiciones infinitas por parte de los voluntarios.