Cuidado Compasivo en Nueva York Durante El Año Nuevo Lunar y Más Allá: Capítulo Dos

Región Noreste  |  6 Mayo, 2021
Liping Zhang (segundo a la izquierda) regresa a la oficina de la región noreste de Tzu Chi USA en Nueva York, con una alcancía llena y posa para una foto con los voluntarios. Foto / Daphne Liu

Escrito por Daphne Liu
Traducido por Mark Wan
Editado por Diana Chang, Ida Eva Zielinska
Traducido (Español) por Gerardo Bonilla
Editado (Español) por Maribel Suárez

Tzu Chi New York, tiene una tradición al final de cada año lunar, la cual consiste en distribuir bolsas de regalo a los adultos mayores y a los beneficiarios de cuidados a largo plazo, deseando lluvia de bendiciones en sus vidas. La práctica lleva cinco años. Las personas de la tercera edad, esperan la visita de los voluntarios, para disfrutar de un momento ameno, esta práctica ha ayudado a superar los momentos más difíciles de sus vidas. Hoy en día, algunos de los receptores que los voluntarios de Tzu Chi, conocieron han fallecido, durante la pandemia.

“Cuidado Compasivo en Nueva York Durante El Año Nuevo Lunar Y Más Allá: Capítulo Tres” es el tercero de una serie de cuatro blogs, que comparten historias sobre neoyorquinos bajo el cuidado a largo plazo de Tzu Chi USA. Los obsequios, que ofrecen los voluntarios de Tzu Chi New York durante el período de celebración del Año Nuevo Lunar, son solo una parte de su apoyo continuo.

Liping Zhang

Liping Zhang, residente de ascendencia china en la ciudad de Nueva York, tiene lupus, una enfermedad autoinmunitaria crónica, los medicamentos para controlarla cuestan cientos de dólares al mes. Durante mucho tiempo, vivió situaciones difíciles. Sufriendo los dolorosos síntomas de esta enfermedad sin ánimos de ir a trabajar, lo que causó que sus ingresos económicos minimizaran.

“Volé aquí desde Malasia en 1995 en busca de una vida mejor, llena de fuerza y energía, y sentí que podía hacer cualquier cosa. Simplemente estaría bien si ganara algo de dinero para mantener a mi familia”, recuerda Liping, repasando parte del pasado en su vida. Pero ahora, le resulta difícil simplemente moverse e incluso tiene dificultades para hervir agua o cepillarse los dientes.

Al igual que muchos inmigrantes que llegaron antes que ella, Liping Zhang, también anhelaba hacer realidad su versión del sueño americano por su cuenta, cuando aún era joven. Sin embargo, en 2012, a la edad de 50 años, atravesó una mala racha y su vida estaba a punto de dar un giro dramático e inesperado.

“Inicialmente, era solo picazón en la piel, de hecho mucha picazón, y luego la piel se hinchaba hasta el tamaño de una moneda. A veces, el dolor profundo en el hueso, y especialmente alrededor de la herida en los pies empeoraba, sentía como si las hormigas bravas me estuvieran mordiendo, lo que significaba otra más de tantas noches de insomnio “, relata.

Pasó un año y medio antes de que Liping, finalmente obtuviera el diagnóstico correcto de lo que la aquejaba, lo que finalmente le trajo a casa la mala noticia de que tiene lupus eritematoso sistémico: una enfermedad incurable para la que los medicamentos solo pueden controlar los síntomas.

Para entonces, las crecientes facturas médicas seguían acumulándose, después de haber agotado todos sus ahorros. “Dos tipos de medicamentos para el lupus en una palma”, dice, señalando una píldora y agregando: “Esta sola en específico cuesta más de $290…”

En su momento más oscuro, una amiga logró presentarle el caso de Liping, a la organización Tzu Chi, un equipo de voluntarios comenzó a acompañarla en su difícil viaje brindándole apoyo moral. Mientras los médicos manejaban el tratamiento médico que ella necesitaba, los voluntarios, se encargaron de aliviar algunas de las cargas financieras de Liping y atender sus necesidades espirituales.

Cuando todo comenzó, en la enfermedad y sin trabajo, me sentí muy insegura de mí misma. Muchos amigos me dejaron, para que no les molestara u hostigara. Más tarde, las hermanas Tzu Chi vinieron a buscarme, pasaron tiempo, dándole sentido a todo para mí. Finalmente me di cuenta de que todavía hay esperanza para mí.

Hoy en día, lo que motiva a Liping, a seguir adelante y refuerza su espíritu es que los voluntarios de Tzu Chi, nunca se rinden junto a ella y siempre están dispuestos a ayudar. Cada mes, los voluntarios de Tzu Chi New York proporcionan a Liping, un estipendio mensual de frutas y verduras, las cuales son entregadas regularmente en su puerta. Su aliento y cuidado también ayudan a levantar su espíritu, cada vez que se encuentra en un punto bajo debido a la enfermedad. Todo el equipo, con más de diez voluntarios involucrados quienes han acompañado a Liping en este viaje de su vida desde hace ya cuatro años.

“Nuestra Maestra del Dharma (la Maestra Cheng Yen), nos enseñó que, siguiendo el camino del Bodhisattva, nos conectaremos con las multitudes y nos preocupamos por el sufrimiento de todos, sin dejar de ser agradecidos, respetuosos y compasivos en el cuidado de cada persona (y) en cada caso.” explica Zhuoying Zheng, uno de los voluntarios de Tzu Chi en el equipo, haciéndose eco de lo que está en la mente y el corazón de cada voluntario mientras sirven en un caso de atención a largo plazo.

El apoyo integral de Tzu Chi ha ayudado a Liping, a reavivar su optimismo y recuperar su fuerza, cosas que recuerda que poseía solo en su juventud. Inevitablemente, el lupus todavía la golpea físicamente de vez en cuando, pero ahora disfruta del poder de poder ser independiente para ver a los médicos y vivir su vida diaria. Es más, ahora también está motivada para ayudar a los demás.

Un día, los voluntarios presentes en la oficina de Tzu Chi en Nueva York, estaban encantados cuando vieron entrar a Liping quien honró a todos solo, con su presencia. Pero luego sacó un tubo pesado hecho de bambú de su mochila, para luego derramar todas las monedas que había guardado dentro para donar a las misiones de Tzu Chi. “¡Oh! ¡La alcancía de bambú llegó a casa! ” anuncian con alegría.

Como un ritual personal de buenos deseos al final de cada año lunar, Liping Zhang, seguramente, llegará con barriles de bambú llenos de pequeñas monedas, a veces traerá amigos junto con sus contribuciones. Liping, no detendrá lo que se ha acostumbrado a hacer incluso ahora cuando ya lleva dos años enfrentando los problemas derivados de la pandemia de COVID-19.

Esta vez, Liping, anunció que tiene la intención de recuperar tres alcancías de bambú al final del próximo año lunar, por lo que hizo un voto: “Tzu Chi da la bienvenida a una donación mensual de $5, que se acumula a un total anual de $65. ¡Yo digo si!” Al escuchar esta expresión, el amigo que había venido con ella inmediatamente intervino diciendo: “¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Cuenta conmigo también!”

La ayuda de Tzu Chi, adaptada a necesidades específicas, se esfuerza por brindar alivio cada vez que alguien encuentra momentos difíciles debido a una enfermedad u otras dificultades. Tales esfuerzos han permitido a inmigrantes trabajadores como es el caso de Liping Zhang, quien ha soportado muchas pruebas y tribulaciones, aguantando y resistiendo. Porque si hay aliento, hay esperanza, y Liping lo está haciendo bien.

Su amor puede ayudar a satisfacer las necesidades de los casos de atención a largo plazo de Tzu Chi USA en todo el país. ¡Juntos, seremos su esperanza!

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