Fuente: Da Ai News
Adaptado al español por: JuanMa Bonilla
Editado por: M. Carolina Saheli
A pesar que el devastador terremoto de la semana pasada duró menos de un minuto, este causó un daño impresionante a los edificios y casas de Turquía y la región. Innumerables sueños y esperanzas se derrumbaron junto con los escombros del desastre. A una semana de este siniestro, se han cuantificado alrededor de 37.000 fallecidos en Turquía y Siria y se espera que este número aumente aún más.
Muchas personas han perdido sus hogares y a sus seres queridos en un abrir y cerrar de ojos, lo cual los enfrenta a un grave problema emocional y financiero. Uno de los sobrevivientes llamado Bashar vio cómo la gente se quedó sin nada. Él recuerda ver a una mujer sentada al lado de una tienda de campaña sosteniendo el cuerpo de su hija y describe la situación: “La niña lleva dos días muerta, pero la madre aún la abraza y la cubre con una manta, no quiere dejarla”.
Al sur, en las zonas afectadas de Siria, se observa con desesperación el aumento en los reportes de fallecidos. Se estima que los muertos en Siria pueden llegar a más de 5.000 personas. Yaser, el director del hospital local Idrib, pedía ayuda a través del teléfono diciendo: “El hambre nos ha vencido, el frío nos asalta. Tenemos una gran necesidad de tratamiento médico y medicinas. Mucha gente vive en albergues”.
Reunión con el vicepresidente turco
Los voluntarios de Tzu Chi se movilizaron rápidamente luego de escuchar la noticia del terremoto y formaron un equipo especializado. La Delegación de Evaluación de Desastres del Terremoto de Tzu Chi Turquía se dividió en dos grupos: Un equipo fue a Ankara con el director ejecutivo de Tzu Chi Turquía y citaron a Fuat Oktay, el vicepresidente de la nación. El otro equipo se dirigió a Estambul y se encargaron de registrar a los sobrevivientes y alistaron los suministros más necesitados.
El equipo que fue a Ankara se reunió con el vicepresidente el 12 de febrero de 2023, con la esperanza de obtener apoyo del gobierno en la investigación de seguimiento y en temas de socorro para llevar esta ayuda a los sobrevivientes lo antes posible. Este esfuerzo por parte de todos agilizará el progreso de la evaluación del desastre y la operación en general.
Shih Min Hsiung, director ejecutivo adjunto de la Fundación Benéfica de Tzu Chi de Taiwán, participó en la visita y dijo: “Los miembros de nuestra delegación fueron los primeros en llegar a Turquía y propusieron muchos programas de ayuda. El vicepresidente quedó encantado y apreció nuestros planes para distribuir mantas, ropa abrigada y tarjetas de regalo del supermercado”.
Conociendo a los sobrevivientes y llevando calidez en invierno
Los sobrevivientes que perdieron sus casas por el terremoto buscaron refugio en Estambul donde muchos contaban con familiares y amigos. Tzu Chi logró movilizar a casi 300 voluntarios para que visitaran las casas de los refugiados y registrarlos para recibir la ayuda. Durante este proceso, los voluntarios se percataron que mantas calientes era lo que más se necesitaba.
Debido a la gestión centralizada de los suministros de socorro por parte del gobierno turco, las mantas que inicialmente se planeaban importar a Turquía desde Taiwán o China continental no pudieron ser despachadas a tiempo. Sin embargo, los voluntarios de Tzu Chi se adaptaron rápidamente y con la ayuda del director ejecutivo de Tzu Chi Turquía, Faisal Hu, se comunicaron con varios fabricantes. Finalmente, hicieron un pedido de 10.000 mantas y las transportaron a Estambul.
Con respecto al plan posterior, Shih Min Hsiung agregó: “También esperamos continuar nuestra conversación con los funcionarios del gobierno hoy para que, si las mantas llegan de Taiwán, puedan pasar por la aduana sin problemas y distribuirse”.
Según Jing Gui Hsieh, miembro de la Delegación de Evaluación de Desastres de Taiwán responsable de la compra con Faisal, “cuando ocurrió el terremoto hace 24 años, las mantas se obtuvieron del mismo proveedor. Nos hemos convertido en buenos amigos después de tanto tiempo. Él hizo los arreglos de inmediato y me cotizó las mantas en $400, incluyendo el 18% de impuestos y envío, lo cual fue de mucha ayuda”.
El trauma causado por el terremoto es grave y las condiciones del clima obstaculizan los esfuerzos de recuperación y la supervivencia de los afectados. La Delegación de Evaluación de Desastres envió mantas gruesas y docenas de cajas de suministros desde Taiwán, y las aerolíneas aumentaron significativamente el límite de peso con generosidad. Al mismo tiempo, la aduana turca aceleró el despacho. Todos los equipos y organizaciones están unidos y abordan este esfuerzo de socorro en varios niveles. La intención es aprovechar cada segundo porque el tiempo es esencial.
Hemos estado sirviendo a los refugiados sirios en Turquía y hemos recibido apoyo y ayuda de la comunidad turca. Ahora tenemos la oportunidad de retribuir a los turcos, y creo que eso es lo que debería hacer nuestra organización benéfica.
Shih Min Hsiung
Director Ejecutivo Adjunto de Tzu Chi
Cuando ocurre un desastre, la ayuda llega de todos lados y los corazones de las personas se abren unos a otros. Alentamos a todos a dar lo que puedan para ayudar a los sobrevivientes a superar este invierno y esta terrible experiencia.