Escrito por: Tzu Chi Turkey
Adaptado al español por: JuanMa Bonilla
Editado por: M. Carolina Saheli
En Estambul, Turquía, en el distrito de Sultangazi, un hombre llamado Abdullah, de 52 años, empujaba un carrito de compras entre las calles de la ciudad luego del terremoto de 7.8 que sacudió toda la región. Esta había sido la primera vez desde el incidente que salía a comprar comida y artículos de primera necesidad. Abdullah pudo comprar todo esto porque recibió varias tarjetas prepagadas de Tzu Chi Turquía. Abdullah, que está apoyando a su hijo y a los tres huérfanos que dejó su hermano, dijo: “Hay otras víctimas del terremoto que necesitan ayuda como nosotros. Que Dios los bendiga y ayude a otras personas necesitadas”.
Del 17 al 19 de febrero de 2023, el Centro de Servicio de Turquía de Tzu Chi distribuyó mantas, bufandas y tarjetas prepagadas a los sobrevivientes del terremoto en la Escuela Internacional El Menahil en Estambul. Ochocientos treinta y un voluntarios participaron y ayudaron a 1,036 hogares afectados por el desastre.
Los sobrevivientes más afectados
Muchos refugiados de Siria han experimentado dos desastres: la guerra y el terremoto. Soapy, de 33 años, se mudó con su familia a Hatay, al sur de Turquía hace nueve años buscando refugio de la guerra civil de Siria. Desafortunadamente, el terremoto del 6 de febrero de 2023 cobró las vidas de sus padres y hermanos. Con lo poco que le quedó, Soapy se fue con su hija para Estambul con unos parientes, y viendo su situación dijo: “Mucha gente (como yo) no tiene nada más que la ropa que lleva puesta. Para nosotros, es imposible establecernos en Estambul debido a los precios de los alquileres. Así que rezamos para que todos reciban la ayuda que necesitan”.
La colaboración de varias organizaciones da un mejor alcance de ayuda
Mientras Tzu Chi Turquía se dedicó a distribuir suministros a los sobrevivientes en Estambul, el equipo de ayuda regresó a la provincia de Hatay, la zona más afectada en todo Turquía. Hatay cambió completamente de una ciudad de 1.6 millones de personas con mucha vida a más de 9,000 edificios destruidos por el terremoto y más de 7,000 muertos. Luego de este desastre y al ver sus secuelas, los trabajadores de ayuda descubrieron que el gobierno no estaba implementando las regulaciones adecuadas para los edificios. Además, los esfuerzos de reconstrucción se han visto afectados por la falta de equipo de construcción.
Los voluntarios de Tzu Chi visitaron un campamento de sobrevivientes en Hatay que cuenta con un total de 1,000 personas que están viviendo allí. Durante la visita, se percataron que las instalaciones cuentan con menos de 20 baños disponibles para los sobrevivientes causando que muchos de ellos no hayan podido bañarse por un largo tiempo. Cihara, una sobreviviente compartió que debido a la cantidad de gente, el agua es muy débil y se vuelve muy difícil ir al baño y mucho más poder bañarse.
Siempre que vamos al centro de coordinación de la zona de desastre nos preguntan si tenemos baños móviles. ¿Tenemos equipo de baño móvil? Eso es lo que más necesitan en este momento
Jinggui Xie
Voluntaria de Tzu Chi
Debido a las necesidades urgentes de los sobrevivientes en las zonas de desastre, el equipo de ayuda de Tzu Chi visitó al equipo de la Agencia de Manejo de Desastres y Emergencias Turquía (AFAD, por sus siglas en inglés) para discutir los planes de colaboración a futuro. El equipo de voluntarios de ayuda de Tzu Chi está muy emocionado por la colaboración y así poder brindar más ayuda.
FEMA espera poder ayudar a unas 20,000 víctimas del desastre, y también esperamos poder entregar personalmente suministros y tarjetas de efectivo a las víctimas.
Xiong Shimin
Director Ejecutivo Adjunto
Fundación Benéfica Budista Tzu Chi
Una reunión emotiva en medio de un desastre
El equipo de ayuda de Tzu Chi también viajó a Gaziantep, una provincia en el sur de Turquía que igualmente se vió afectada por el terremoto. El propósito de los voluntarios de Tzu Chi fue buscar a un ex alumno de la Escuela Internacional El Menahil llamado Ali a quien habían ayudado en 2015 cuando esta abrió por primera vez. La familia de Ali llegó a Turquía huyendo de la guerra en Siria y Ali, a sus 12 años, tenía que trabajar hasta 12 horas al día para ayudar a su familia a subsistir. Sin embargo Tzu Chi Turquía, con su ayuda, permitió que Ali fuera a la escuela.
Cuando estaba trabajando, a menudo soñaba que todavía estaba estudiando. Fingí que la fábrica era mi escuela.
Ali
Beneficiario de Tzu Chi
Cuando los voluntarios y Ali se reencontraron en Gaziantep, ellos notaron lo mucho que había crecido el joven que una vez conocieron en la escuela. Al no verse durante muchos años Ali dijo con una gran sonrisa: “Me alegré mucho cuando los vi venir”. Ali y su familia tuvieron la fortuna de no sufrir pérdidas por el terremoto, pero él permaneció inspirado por la ayuda que recibió de Tzu Chi y decidió ayudar a otros uniéndose como voluntario a Sened Dernegi, una organización sin fines de lucro local.
Zicheng Yu, un voluntario de Tzu Chi que conoce a Ali desde que era un niño, habló con orgullo del joven: “Me preguntó si recordaba su deseo de algún día convertirse en voluntario de Tzu Chi. Y cada vez que se ofrece como voluntario aquí, se siente como uno de los voluntarios de Tzu Chi, y su corazón se llena de alegría y gratitud”.
Los voluntarios de Tzu Chi en Turquía han estado apoyando a muchos de estos jóvenes con amor durante casi diez años, siendo testigos de cómo la amabilidad y la empatía pueden cambiar el rumbo de sus vidas. Después del terremoto, innumerables “Alis” necesitarán apoyo y Tzu Chi Turquía tiene la confianza y la fuerza para hacerlo.