El día 16 de abril, un terremoto con magnitud de 7.8 grados azotó Ecuador. Como resultado, aquel desastre dejó por lo menos 659 personas muertas, 27.732 heridos y devastando el país porque alrededor de 7 mil edificios colapsaron.
Tras enterarse de la noticia, Tzu Chi inmediatamente movilizó un equipo de evaluación de nueve voluntarios de EE.UU y Chile, quienes viajaron a Ecuador para llevar a cabo la misión de evaluación y ayuda que se realiza en estos casos. La evaluación se realizó el día 28 de abril.
La primera parada fue en la región de Manta, una de tres regiones incluyendo Pedernales y Portoviejo, donde el 75 por ciento de la población cayeron víctimas ante la tragedia.
El daño que vieron fue abrumador, al igual que fue el costo en sufrimiento humano para aquellas personas afectadas por el desastre.
El equipo observó una comunidad de casi 135 familias, y aproximadamente 600 personas viviendo en tiendas de campaña y refugios en Manta. Ellos todavía están en shock tras ver que perdieron sus hogares, trabajos, y ahora, literalmente no tienen a dónde ir.
Esta tienda de campaña fue puesta primero, y luego otras familias comenzaron a llegar. Más y más familias vinieron hasta que se formó la comunidad. Recibimos agua de un amigo que vino a ofrecernos, luego fue a hablar con el alcalde, y ahora estamos recibiendo ayuda como tiendas de campaña y lonas de plástico. También, la comida que obtenemos proviene de una fundación. Hasta hoy, seguimos recibiendo ayuda.
Mientras que el equipo observaba alrededor de la zona impactada durante 12 días, fue difícil creer que originalmente aquella zona era una área altamente poblada con centros comerciales, negocios y hoteles. Manta fue la ciudad más afectada de la región y, aunque muchos edificios no se derrumbaron por completo, muchos de ellos quedaron profundamente dañados y vacíos.
De cierto modo, la calma que se observa actualmente tras el terremoto es favorable considerando el caos en las primeras horas y días después del poderoso sismo. Esto es algo que los residentes locales no podrán olvidar fácilmente.
Después del terremoto, durante la noche, ladrones entraron al negocio JAPÓN, y a la casa de mi suegra. Simplemente abrieron las puertas y se llevaron todo lo que pudieron.
No había agua ni electricidad durante las dos primeras semanas después del terremoto. Como todo estaba cerrado, la gente tampoco podía comprar alimentos o artículos de primera necesidad. De repente, ante la falta de agua o comida, muchas personas entraron en pánico. Desesperados, algunos entraron a los supermercados para obtener aquellos artículos necesarios.
Al ver que el orden social se colapsaba durante aquellos momentos de pánico, algunos individuos también aprovecharon la situación y subieron el precio de los víveres de primera necesidades. Mientras que un contenedor de 5 galones de agua potable antes costaba USD$1.25, ahora se vendía por USD$6 o más.
El orden nuevamente ha sido restaurado, pero el camino hacia la recuperación será largo y difícil.
Veintiún edificios de hoteles cayeron. Los mismo que dejaron a mucha gente sin trabajo. Tenemos que empezar a reconstruir muchas casas. Las personas cuyas casas solo fueron afectadas parcialmente necesitan materiales de construcción. Quienes perdieron sus hogares por completo, necesitan encontrar un lugar donde vivir.
Tzu Chi está trabajando en colaboración con el gobierno local para formular un plan de alivio, en caso de que nuevamente suceda otro desastre natural.
Acompañados por Florencia Hsie (謝妙宏), la Representante Gubernamental de la Oficina de Comercio de Taiwán en Ecuador, el equipo se reunió con Jorge Zambrano, alcalde de Manta; Agustín Casanova Cedeño, alcalde de Portoviejo; y Mariano Zambrano Segovia, gobernador de la región de Manta.
Durante la conversación con el alcalde de Portoviejo, el equipo se enteró de que proporcionar alimentos de emergencias para los residentes locales no es la principal preocupación. El encontrar trabajo para los sobrevivientes del terremoto que ahora están desempleados es mucho más urgente ellos no tienen ninguna fuente de ingresos.
Al enterarse de esta situación, Tzu Chi propuso un programa de socorro llamado Efectivo por alivio que anteriormente ha funcionado muy bien en países como Nepal y Haití. El alcalde expresó tener un gran interés sobre tal propuesta para crear oportunidades de empleo, y ayudar a las personas a volver a una vida normal tan pronto como sea posible.
Al reunirse con el gobernador de la Provincia de Manabí, el equipo también se enteró de que las personas que viven fuera de las zonas urbanas también necesitan ayuda, y pueden estar en desventaja, siendo que la ayuda llega a las áreas pobladas antes que a ellos.
Es difícil y triste ver a la gente llorar y sufrir. Hay ciudades que han sido afectadas, y la ayuda está fluyendo allí. Pero el campo también se vio afectado. Cientos de personas perdieron sus hogares.
Tzu Chi también llevará a cabo procesos de evaluaciones en otras áreas, con el objetivo de formular un plan de alivio en el menor tiempo posible para que las personas puedan comenzar a recibir la ayuda que necesitan.
El gobernador de Manabí estaba ansioso por expresar su gratitud tras la anticipación de llevar a cabo nuestra misión de brindar ayuda para aquellas personas afectadas por el desastre.
Con la llegada de Tzu Chi, que vienen de tan lejos para ayudarnos … estaremos agradecidos por el resto de nuestras vidas.
