Parte de nuestra campaña Unidos en la Distancia, #MiMascarillaMiHistoria incluye una colección de historias de personas, que de alguna manera han sido impactadas muy de cerca por la pandemia del COVID-19. Las vivencias contadas por quienes las experimentaron. Los que se ofrecieron como voluntarios, los que donaron y los que recibieron ayuda de parte de Tzu Chi.
Traducido por Hernán Goicochea
Editado por Maribel Suárez
“Creo que el hecho de que no puedas ver a la gente [es el mayor cambio para mi]. Tengo familiares que viven en [la ciudad de] Grants Pass, Oregon. No hemos podido ir a verlos por el distanciamiento social. Dijimos, ‘no necesitamos llevar cosas de una ciudad o estado a otro’, así que ni siquiera fuimos a visitarlos durante este último viaje que hicimos”.
“Somos diez, en total somos cuatro hogares, pero hay diez de mis familiares que viven en San Dimas. Tengo una hermana en Temple City y un hermano en Apple Valley, pero mi familia inmediata tiene diez años aquí… estamos a un salto de distancia”
“De otra manera, creo que muchas familias … se han vuelto a conectar, porque han estado refugiadas [en casa], así que espero que cuando todo esto haya terminado, que la comunidad y las familias se hayan reestructurado, habrá una relación familiar más unida, algo que no hemos visto en los Estados Unidos o en el mundo durante generaciones ”.
“Tenemos estas mascarillas hechas de tela por [los voluntarios de] Tzu Chi para nosotros los diez. Ustedes son lo mejor que ha pasado en todo el mundo. No solo en San DImas. Estoy muy agradecida por todo lo que hacen, especialmente durante estos tiempos difíciles. Va a ser de gran ayuda porque uso una mascarilla cada vez que estoy en mi automóvil, cuando bajó la ventanilla, hablo con alguien. En mi familia, todos usamos mascarillas para proteger a los demás. Es incomprensible la cantidad de personas que no las usan, y creo que es porque hay tantas cosas por ahí; que si una mascarilla es buena para ti, no es buena para ti … ”
“Una cosa sé: he pasado los últimos cincuenta años trabajando como voluntaria. Nunca me he encontrado con un grupo como Tzu Chi, con su compasión y alivio al ofrecerse como voluntario y simplemente participar. No me sorprende que tenga un grupo de voluntarios que estarían haciendo mascarillas para regalar a la comunidad. Eso es lo que hacen ustedes. Son como los ángeles de la guarda del mundo, un pedacito de pastel en cada lugar del mundo”.
“Me siento tan bendecida por haber tenido la oportunidad de cruzar nuestros caminos”.
Alta Skinner vive en San Dimas, California, junto a su familia. Ella ha servido como voluntaria para la comunidad durante mucho tiempo, y hoy es Secretaria para la Fundación Mt. SAC (Mt. San Antonio College). También se desempeña como vicepresidenta de la Fundación Educativa La Verne San Dimas y presidenta del Comité de Gobierno en el Centro Infantil McKinley. Para ver la colección completa de #MiMascarillaMiHistoria, haz clic aquí.
