La economía de la felicidad

Todos los días durante los últimos dos años, me he sentado aquí en la sala de recepción, frente a este mapa del mundo e interactuando con voluntarios de Tzu Chi en todo el mundo. A pesar de la distancia, nuestros corazones están unidos. Siento que mi vida tiene valor y me siento muy bendecida.

Cuando los voluntarios de Tzu Chi se ven trabajando duro y cubiertos de sudor, no dicen: “¡Debes estar cansado!” En cambio, dicen: “¡Eres muy bendecido!” Debemos tener una mentalidad de ser bendecidos porque la capacidad de hacer cosas es una bendición. Lo que hacemos no es sólo por nuestro propio bien, consideramos a los demás primero. Debemos poner el beneficio de los demás antes que el beneficio nuestro. Sólo entonces se puede progresar en el mundo. A medida que los negocios de las personas se desarrollan y florecen con la sociedad, todos deben participar en obras de caridad. Además, el trabajo caritativo debe hacerse a largo plazo, y no como un esfuerzo de una sola vez.

Durante los primeros años de la Asociación al Mérito Tzu Chi, les pedí a todos que apartaran cincuenta centavos [1] para ayudar a las personas antes de ir al mercado a comprar comestibles. Más tarde, un miembro preguntó: “¿Por qué tanta molestia? Solo puedo donar quince dólares al mes”. Le dije: “No quiero que dones quince dólares al mes”. Pensaron que no podía hacer los cálculos y dijeron: “Maestra, cincuenta centavos al día son quince dólares al mes”. Le dije: “Puedo hacer los cálculos, pero no quiero que formes aspiraciones solo una vez al mes. Quiero que hagas buenas obras todos los días”.

Todos los días, debemos pensar en hacer buenas obras y ayudar a las personas. Al dar lugar a tales pensamientos todos los días y tener continuamente esta aspiración de crear bendiciones, se formará una energía bendita colectiva.

Estoy muy agradecida a todos los miembros honorarios de la junta. Sin las aspiraciones de todos y la acumulación de donaciones, desde un dólar, cinco dólares o diez dólares, ¿cuánto tiempo pasaría antes de que podamos ayudar a una persona? Cualquier persona de cualquier estatus social puede convertirse en miembro honorario de la junta, pero espero que todos puedan convertirse en comisionados certificados o miembros del Cuerpo de Fe y formar aspiraciones para venir y desarrollar una comprensión más profunda de Tzu Chi.

Una vez que conozcas a Tzu Chi, si alguien dice: “Tzu Chi es rico”, puedes decirles: “Tzu Chi tiene riqueza porque la gente como yo tiene el dinero para contribuir”. Porque te preocupas por Tzu Chi, porque tienes este amor y estás dispuesto a dar, ya sean diez dólares o cien dólares, cuando se combinan, se convierte en una cantidad inconmensurable de riqueza. A través de las bendiciones creadas por una persona a la vez y transmitidas, unidas, todos serán bendecidos.

Tomemos el reciente terremoto en Turquía y Siria, por ejemplo. El área afectada es tres veces más grande que Taiwán. Además, debido a los disturbios sociales, las personas viven en condiciones difíciles. Espero que todos puedan dedicar más a ayudar. En Taiwán, también habíamos experimentado un gran terremoto, el terremoto del 21 de septiembre de 1999. La fuerza de ese terremoto causó un desastre indescriptible. En ese momento, los voluntarios de Tzu Chi del norte y del sur se reunieron en el centro de Taiwán, y yo también me quedé en el centro de Taiwán durante más de un mes. Cuando mencioné que asumiríamos el proyecto de reconstrucción de esta escuela y aquella escuela, algunos preguntaron: “Maestra, ¿de dónde vendrá el dinero?” Les dije: “Está en los bolsillos de la gente”. Tenía fe en mi propio desinterés, y tenía fe en el amor de otras personas.

Para que haya bendiciones en este mundo, es crucial que llevemos pureza a los corazones de las personas y paz a la sociedad, y que todos pongan su amor en acción. Cuando damos para ayudar a otros, estamos creando bendiciones. Cuando dejamos de lado nuestro ego e invitamos a otros a unirse, eso es un acto de sabiduría. Nuestro cultivo de bendiciones y sabiduría es muy parecido a transportar cosas pesadas cargándolas de un solo lado. Para facilitar el transporte, debemos tener cargas equilibradas en los dos extremos. En otras palabras, debemos cultivar tanto las bendiciones como la sabiduría en paralelo.

Hace más de dos mil años, Buda vio que había muchas personas empobrecidas fuera del palacio, y no podía soportar verlas envejecer, enfermarse y morir. Sin embargo, a pesar de que quería ayudarlos, el tesoro real no podía tener suficiente dinero para ayudar a todos. Entonces, dejó el palacio en busca de los verdaderos principios. Esperaba eliminar las cuatro castas, para que los ricos aprendieran a tener compasión por los que sufren. También esperaba enriquecer las mentes de los que sufren y promover la igualdad entre las personas.

Del mismo modo, también espero que Tzu Chi pueda traer igualdad entre los ricos y los pobres en la sociedad. Espero que aquellos que son ricos puedan tener un corazón amoroso y convertirse verdaderamente en ricos entre los ricos, y que los empobrecidos también estén dispuestos a dar y volverse espiritualmente ricos.

Cada vez que realizamos distribuciones para el socorro en casos de desastres, nuestros voluntarios colocarán un contenedor, pidiendo a las personas que donen su cambio de repuesto para ayudar a otros. Una vez, una anciana sacó una moneda grande y una pequeña de su bolsillo y las metió. Las personas a su lado le preguntaron: “¿Por qué sigues ayudando a otros cuando tú misma eres tan pobre?” Ella dijo: “Estos cincuenta y cinco centavos no son suficientes para que yo compre algo para comer. Pero si los pongo en el cubo, pueden ayudar a muchas personas necesitadas”.

Tengo que alabar a esta anciana. Si hubiera usado este dinero solo para sí misma, solo habría sido suficiente para comer uno o dos bocados. Pero al ponerlo en el cubo junto con el amor de todos los demás, miles de personas pueden beneficiarse de él. Cuando creamos bendiciones una persona a la vez y las transmitimos, nuestras contribuciones individuales pueden ayudar a otras personas a disfrutar de las bendiciones. La capacidad de compartir esta bendición con tanta gente también es mi bendición.

Espero que todos tengan este tipo de perspectiva. No solo hacemos buenas obras nosotros mismos, sino que también podemos invitar a otros a unirse a nosotros para hacer lo mismo. Inspiremos amor en todos en la comunidad y a estar dispuestos a dar. De esta manera, nuestra sociedad puede ser pacífica y próspera.