Escrito por Daphne Liu
Traducido por H.B.Qin
Editado por Ida Eva Zlelinska
Traducido (Español) por Gerardo Bonilla
Editado (Español) por Maribel Suárez
Desde que la pandemia del COVID-19 comenzó, los voluntarios de la región noroeste de Tzu Chi USA regularmente han distribuido frutas y verduras a la comunidad cercana al Centro de Servicios Familiares en Chinatown, el Barrio Chino de Manhattan en Nueva York y en el Centro de Servicios de Boston. Estos programas de caridad atraen a muchos voluntarios de la comunidad que quieren hacer su parte.
Corazones Ansiosos Devuelven Amor En Manhattan
Rosanna Pang, una estadounidense de origen chino de segunda generación que creció en el barrio chino de Nueva York. Mientras Estados Unidos buscaba controlar la pandemia del COVID-19 Pang buscaba a su vez volver a encarrilar su vida. Fue entonces que se propuso a hacer su parte por los necesitados de su comunidad. Así pues, una vez cada dos semanas, Rosanna y un grupo de colegas asiáticos han estado ayudando en las distribuciones de alimentos del Centro de Servicio de Manhattan de la región Noroeste de Tzu Chi USA..
Rosanna, se emociona mucho, al reflexionar sobre el hecho de que una octava parte de la población de Estados Unidos tiene que afrontar el desafío del hambre desde que comenzó la pandemia: “Chinatown, es una comunidad que conozco desde niña, crecí aquí. He recibido mucho y estoy muy contenta en devolver lo recibido,siempre y cuando tenga la oportunidad“.
Rosanna y sus colegas trabajan para una gran cadena de restaurantes estadounidenses. Muchos de ellos, se desempeñan como personal de servicio de primera línea, para quienes suelen estar más ocupados de lo habitual durante los fines de semana. Stephen Chan, también es un estadounidense de origen chino de segunda generación. Para participar en la distribución de frutas y verduras de Tzu Chi un sábado por la mañana, Chan debe modificar su horario de trabajo habitual o dedicar su tiempo libre, pero está muy feliz de poder hacerlo.
Chan, sabe muy bien que el sector de los servicios de comida se vio muy afectado por la pandemia, por lo que se siente afortunado de tener un trabajo estable. Consciente de que los ancianos tienen dificultades para comprar alimentos durante estos tiempos difíciles, Chan se enrolla las mangas de la camisa, para repartir personalmente 300 porciones de frutas y verduras nutritivas cada dos semanas.
Además, nos comentó que aunque solo aporta un poquito de su tiempo, lo importante es que esto trae sonrisas a las personas mayores, y por eso es que Chan sigue regresando para ayudar.
He participado en otras actividades de distribución de alimentos. Tzu Chi proporciona más frutas y verduras frescas, que son de buena calidad y variedad. Son muy adecuados para los ancianos chinos. Pueden obtener toda la comida necesaria en un solo viaje, lo cual es muy conveniente.
Li Hsin Liu, la hija de Ming Chu Huang, voluntaria de Tzu Chi, invitó a varios jóvenes entusiastas a ayudar en las distribuciones del Centro de Servicios de Manhattan. Li Hsin nació en Argentina y llegó a los Estados Unidos a la edad de tres años. Asistió a las clases de chino de Tzu Chi durante diez años, por lo que no es ajena al mundo de esta organización. “Estoy feliz de participar en las distribuciones de frutas y verduras de Tzu Chi porque me gusta devolver a la sociedad“, compartió Hsin.
Li Hsin ha estado participando en las actividades de Tzu Chi desde que era niña y se siente feliz haciendo servicio comunitario. Por ese motivo invitó a sus amigos a participar en las distribuciones de productos frescos del Centro de Servicios de Manhattan. Hsin no esperaba que , durante los últimos dos meses, cinco o seis colegas participaran en todas las ocasiones y que continuarán participando.
Cada voluntario de Tzu Chi en la comunidad que sirve en las distribuciones de alimentos en Manhattan tiene su propia historia y razón para participar. Ta Wen Kuo y Hung Hwei Hwang, son algunos de estos ejemplos.
Hung, es un devoto budista apasionado por ayudar a los demás aun cuando ha tenido que luchar durante la pandemia al no poder trabajar. Hung, se alegró de unirse a ayudar, luego de que alguien lo invitara y dijo que, aunque podía ayudar poco, estaba agradecido por la oportunidad de hacer conexiones kármicas positivas con los demás.
Ta Wen, no puede trabajar debido a una lesión que sufrió hace unos años. Sin embargo este se ofrece en ayudar siempre que ve que se necesita una mano extra.
Felices Por Ayudar Los Voluntarios De La Comunidad En Boston
En Boston, jóvenes voluntarios de la comunidad también se han unido a los servicios de distribución y entrega de alimentos de Tzu Chi. Debido a la pandemia, los niños han tenido que asistir a clases virtuales desde casa. Por tanto, uno de los padres de la familia tuvo que quedarse en casa para cuidar al niño lo que hizo que se redujera el ingreso del hogar.
Ming Chen Wu, director de Baldwin Early Learning Pilot Academy, contactó a los voluntarios de Tzu Chi de Boston en relación a las distribuciones de alimentos para las familias afectadas económicamente por la pandemia que se harían a partir del primer semestre del mes de septiembre del 2020. Esta ayuda alimentaria, por un lado, ayudaría a compensar la reducción de ingresos de los padres y, por otro lado, también proporciona una nutrición más equilibrada para los niños.
El tercer sábado de cada mes, es el día programado para las entregas de ayuda alimentaria en el Centro de Servicio de Tzu Chi de Boston. A principios del 2021, los voluntarios de Tzu Chi solicitaron suministros de los bancos de alimentos locales para diversificar la fuente de alimentos para la distribución comunitaria.
A las 9:00 a.m., alrededor de diez voluntarios recibirán más de 500 libras de una amplia variedad de frutas, verduras, alimentos secos, productos lácteos, alimentos congelados, arroz y granos provenientes de los bancos de alimentos del área de Boston.
Yu Jou Wang, un estudiante de doctorado internacional de Taiwán, matriculado en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), comenzó a ayudar a reempacar y entregar los suministros de alimentos a principios de este año. Luego trajo amigos para unirse. El proceso de reempaquetar alimentos es esencialmente como comprar comida para ti mismo. Primero, hay que verificar si la comida es fresca, luego hay que ponerla en una bolsa de compras. Ámate a ti mismo y ama a los demás, con empatía.
Me gusta la sensación de [trabajar juntos. Cuando entregamos paquetes de comida, y las familias receptoras nos agradecen, nos sentimos conmovidos en ese momento.
Una vez que el primer grupo de voluntarios volvió a empaquetar y repartir la comida, el segundo grupo asume el trabajo de entrega luego de reunirse en el Centro de Servicio de Boston cerca del mediodía. Los voluntarios Ching Hui Hsiao y Ching Chia Ning asignan las rutas de entrega. En cada entrega hay al menos cuatro grupos de voluntarios que distribuyen comida a más de 20 familias, incluyendo los casos de atención caritativa a largo plazo de Tzu Chi.
Jason Macneil y Shih Ting Kao son una pareja comprometida cuyas caras ya son familiares entre los voluntarios de entrega. Ambos se impresionaron con la capacidad de organización y movilización de Tzu Chi. Jason, quien es un ingeniero informático de MIT, no está ajeno a las actividades de caridad de Tzu Chi porque su prometida pertenece a una familia de Tzu Chi. También es consciente de la urgente necesidad de distribuir alimentos ya que algunos de sus familiares y amigos perdieron su empleo debido a la pandemia. Jason se siente agradecido por la oportunidad de marcar la diferencia al invertir en el servicio comunitario de Tzu Chi.
Me uní a algunas organizaciones de la iglesia y participé en distribuciones de alimentos similares, pero ninguna de ellas está tan bien organizada como Tzu Chi. Estoy orgulloso de ser voluntario de Tzu Chi
I Hsüan Lin, quien es también ingeniero informático, fue miembro de la Asociación Colegial de Tzu Chi, y desde la pandemia, los voluntarios de Tzu Chi Boston, lo invitaron a unirse al equipo de entrega. Lin, se mostró feliz de participar por lo que compartió que: “si podemos hacer que las familias necesitadas tengan una mejor dieta y mejorar su calidad de vida para que su vida sea más tranquila, vale la pena hacer este trabajo“. Lin se siente conmovido cuando los beneficiarios de la ayuda salen a saludarlo y agradecerle cuando entrega la ayuda alimentaria. Así también reafirmó lo vital que es este servicio comunitario por lo que se siente agradecido en poder dar la mano.
Lo que impulsa a todos los voluntarios de la comunidad que se han unido a las distribuciones de alimentos de Tzu Chi en Nueva York y Boston es el “corazón“. Tal y como está escrito en la pared de un banco de alimentos: “Los voluntarios no necesariamente tienen el tiempo; Tienen el corazón“, esto quizás resume mejor el servicio y motivación de los voluntarios.
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